El Chelsea venció al Manchester City y alcanzó la gloria en Portugal
El conjunto londinense se impuso por 1-0 en el duelo de equipos ingleses y se quedó con el título más importante de clubes en Europa por segunda vez en su historia.

Chelsea tocó hoy el cielo con las manos nuevamente. En una final intensa, electrizante y emocionante, se impuso por 1-0 sobre el Manchester City de Pep Guardiola y Sergio “Kun” Agüero, y se consagró campeón de la UEFA Champions League. Kai Havertz fue el héroe de la definición al anotar el único gol del partido disputado en la ciudad de Oporto, en Portugal.
En el banco de suplentes del Chelsea estuvo el arquero argentino Wilfredo Caballero, como en otras 12 ocasiones en la temporada de la Champions. Mientras que Agüero ingresó a 15 minutos del final, casi sin opciones y con su equipo desarmado y desesperado por la igualdad.
Así se despidió de su club luego de una década, en la que levantó cinco ligas Premier, una FA Cup, tres Community Shield y seis Copa de la Liga inglesa e hizo 260 goles (39 por Champions).
Los dirigidos por el alemán Thomas Tuchel impusieron sus condiciones desde el principio hasta el final, contaron con las situaciones más peligrosas y no le permitieron al Manchester City hacer lo que más sabe, más allá de los minutos finales en los que empujó con ganas y pocas ideas. Al igual que en la Premier League inglesa, Chelsea lo doblegó.
Chelsea, directo y versátil en ataque, achicó los espacios en los minutos iniciales, se movió en bloque y le tapó todas las salidas a Manchester City.
Arriba Mason Mount, Timo Werner y Kai Havertz lastimaron en cantidad y calidad a la defensa del City, que apostó por la marca individual y con bastante distancia entre cada hombre, y en 15 minutos le generó tres situaciones claras que se toparon con el arquero Ederson.
Manchester City tuvo la posesión de la pelota, algo característico de los equipos de Josep Guardiola, pero sin la fluidez necesaria para traducirla en poderío ofensivo. Solamente Raheem Sterling rompió líneas cuando la agarró gracias a su velocidad y capacidad de gambeta, sin socios y con Kevin De Bruyne bien tomado y Riyad Mahrez prácticamente desaparecido sobre el costado derecho del ataque.
No sorprendió el gol de Havertz sobre el final. La jugada, un calco de todo lo visto: salida directa con un pase desde el medio, pique de un atacante y mano a mano frente a un desprotegido Ederson, la mayor víctima del desacople defensivo.
Pocas alternativas mostró el City en el complemento, con Sergio Agüero y Gabriel Jesús en cancha.
En los minutos finales, Manchester City empujó por todos lados, los siete de adición se consumieron entre pelotazos frontales y centros. Chelsea, se quedó justamente con la Champions.