Una salida de encanto
Sin lugar a dudas, el presidente, Alberto Fernández, lejos de diferenciarse del descrédito del gobernador de Formosa, denunciado por violaciones a los derechos humanos con la excusa de la pandemia

Sin lugar a dudas, el presidente, Alberto Fernández, lejos de diferenciarse del descrédito del gobernador de Formosa, denunciado por violaciones a los derechos humanos con la excusa de la pandemia, no solo se ha hecho el distraído transformándose inmediatamente en cómplice sino que ha empezado a recorrer los tenebrosos caminos de apropiación de Poder y pulverización de los poderes de la república, con la excusa de la pandemia.
Defendiendo a capa y espada al modelo feudal aceitado de Insfrán, tan solo por tratarse de su amigo, hoy el mandatario nacional que observa como su imagen en cuanto a intención de votos cae a pedazos vertiginosamente, busca hacerse de estructuras legales para sencillamente no terminar preso el día de mañana cuando abandone el poder.
La experiencia de la vicepresidenta con una infinidad de causas muy cerca del juicio oral, habla a las claras que no debe volver a pasar lo mismo no solo por una justicia sin someter o con jueces del palo sino el descontento de la gente por la mala gestión en todos los planos del gobierno kirchnerista, salud, educación, justicia y economía que luego podría verse reflejado en un pésimo resultado electoral.
Abuso de poder
Pero esta vez pretenden ser ordenados aún con el país en emergencia por lo que, aprovechándose de la pandemia, irán en primera instancia por los superpoderes, luego por la justicia y finalmente por imponer condiciones para votar muy similares a sus socios comerciales, Venezuela o Cuba.
Esta natural tendencia a destruir la calidad institucional por parte del cristinismo y lograr la suma del poder, no es más ni menos que un modelo formoseño llevado a todo el país, como pasó también en Santa Cruz cuando Néstor se quedaba con toda la obra pública, tenía la legislatura como una escribanía y ponía a dedo los jueces para perseguir a opositores.
Pero hay que ser ordenados e ir por parte parece ser la premisa: “Primero reivindicar al compañero Gildo que no la está pasando muy bien por la mala fama que le han hecho los medios concentrados y segundo darle también a él la posibilidad de consolidar la república de Formosa”.
Es así que el DNU que Alberto Fernández ideo para hacer más duras las restricciones en la provincia de Buenos Aires y de paso atacar al jefe de la ciudad, Horacio Larreta, quien a su vez tiene mejor imagen que él, también contemplaba la posibilidad de crear categorías de zonas de riesgo epidemiológicas en donde los gobernadores tendrían la potestad de aplicar restricciones más severas. Todo a medida con los números amañados de Consejo de Atención Integral a la Emergencia COVID 19 de Insfrán.
Encierros inútiles
La ciudad de Formosa y la ciudad de Clorinda que soportan la mayor cantidad de contagios y fallecidos por el ingreso de la cepa Manaos vienen de varias Fases 1 en situación de Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio y este sábado han prorrogado siete días más la cuarentena más larga de todo el país y del mundo.
Esta vez, el barbado lagunense tiene un DNU en su favor y puede volver a la estrategia que más le gusta, encerrar a todos y disponer de un estado policial permanente en las calles, aunque esto ya haya demostrado que ha sido un absoluto fracaso.
El séptuple gobernador, acostumbrado al relato hoy tiene a todos los que puede someter con un ingreso del estado, apremiados a aplaudir las políticas sanitarias o a callarse la boca si está en la primera línea de lucha en hospitales, salas, ambulancias, etc.
No tiene vacunas y el porcentaje de la vacunación ha sido mínima por lo que de continuar los contagios, aún con el encierro indefinido de toda la población, empezarán a contagiarse aquellos que están vacunados, como ya ha ocurrido.
Síncope de la improvisación
Hay coronavirus por todos lados y ni siquiera el estado provincial sabe dónde, tiene números de los que van a testearse a los centros o hospitales pero la búsqueda activa por barrios ha quedado en la nada, por falta de reactivos, por la explosión de la demanda debido a los casos y porque sencillamente la imprevisión de un escenario de emergencia los ha tomado sin lo necesario para combatirlo. Lejos en el tiempo quedaron los gráficos que marcaban barrio por barrio la evolución de la pandemia.
¿Qué hicieron durante más de un año que no previeron un escenario como el que se da y con la experiencia previa de las demás provincias del NEA? No lo suficiente, porque ni bien se puso en tensión el sistema sanitario, todo colapsó.
Policías por enfermeros
Hoy el eterno residente del quinto piso vuelve a los Centros de Aislamiento, a la ciudad sitiada de policías y a policías que han reemplazado a los enfermeros para arrastrar personas de sus domicilios por las buenas o por las malas.
Dar positivo a COVID 19 convierte a cualquier formoseño en un delincuente. Llegan más rápido las causas de los jueces “vale todo” de Insfrán y un grupo comando irrumpe en los hogares de familias que jamás han violado una sola norma. Además los médicos que deben dar asistencia a personas que se ahogan por la neumonía causada por el coronavirus no están.
Los policías tan apremiados por conservar sus trabajos al igual que los enfermeros, atraviesan los límites de la legalidad para meterles terror a las familias a las que llegan a amenazarlos con romperles las puertas y llevarlos esposados.
Fobia del Estado.
El terror ha sido el eje de la campaña sanitaria del hace un cuarto de siglo gobernador. Terror a la enfermedad, terror a la muerte, aun cuando el porcentaje de fallecidos sea mínimo en la provincia, en el país y en el mundo. Terror a los centros de aislamiento por todo lo que ha sucedido el año pasado y por lo que vuelve a suceder.
Pero un pueblo aterrorizado es más fácil de manejar y más fácil de convencer. Insfrán jamás pensó en generar una campaña como ha ocurrido en otras provincias para concientizar sin la amenaza de echarles la policía, a las personas respecto del coronavirus. Siempre una amenaza de por medio y si eso no resultaba, contravenciones y causas penales.
Viajes de placer
Con el encierro como único método, hasta el veterano gobernador se aburre y evidentemente con las vacunas aplicadas, primera y segunda dosis, hoy Insfrán puede viajar por sobre las normas que hacer cumplir en la provincia, viajar en un vuelo ejecutivo pagados por todos.
Como el viaje en vuelo chárter y sin justificación pero con lujos empresariales parece no haberlo conformado, también viajo en su vehículo a la república del Paraguay para participar de los festejos por la independencia de ese país.
Como era de esperar no tuvo ni un solo impedimento para atravesar los controles (en Formosa hasta los organismos nacionales le pertenecen) y hasta se sacó una “selfie” con un vendedor de yuyos.
Clorinda no existe
Lo evidente es que aún con tiempo suficiente como para llegar, Gildo pasó por la rotonda de ingreso a la ciudad de Clorinda y no pensó ni por un segundo en entrar a recorrer la ciudad en donde la tasa de mortalidad es la más alta de la provincia y donde los casos son cada vez más numerosos.
¿Por qué no lo hizo?¿Cuantos se hubieran animado con la presencia del gobernador paseando por la avenida San Martín? Cae de maduro que ya vacunado y tomando en cuenta que viajaba a Paraguay donde explotan los casos, hubiera podido recorrer por algunos minutos la ciudad de los angustiados pobladores de Clorinda.
Pero es evidente que el Patrón del Norte se evade de la realidad y prefiere el relato de sus ministros. No ha concurrido (aun con las precauciones) a ninguno de los lugares en donde los formoseños pasan horas encerrados y claro salir de viaje es una manera de distraerse de tantos problemas que alguien tiene que resolver. No precisamente él.
La soberbia como trofeo
Nuevamente la soberbia del poder y tantos años en el quinto piso lo han alejado de la gente. Ahora con una nueva Fase 1 muchos comerciantes han decidido cerrar sus puertas definitivamente pero esto no le preocupa a Insfrán, como tampoco le preocupa que la provincia esté encerrada como ninguna en la región.
Chaco, Corrientes, Misiones y el resto de las provincia de la Argentina tiene a sus ciudadanos trabajando, viajando en colectivos y aviones. Mejor aún, todas esas provincias tienen a sus sistemas sanitarios trabajando sin un horizonte de colapso conviviendo con el coronavirus.
En Formosa, los contagios y los muertos crecen, los comercios se funden, la policía hostiga ciudadanos y el gobernador sale de paseo.
El horizonte por la imprevisión del gobierno es uno de los peores, aún con un encierro que ya ha demostrado todas las veces, que no sirve para bajar los casos. Formosa recién está pasando la primera ola. La cuarentena inicial, fue infructuosa. El tiempo lo está demostrando.