Para ver esta nota en internet ingrese a: https://www.elcomercial.com.ar/a/7062
CON EXPORTACIONES RECORD

El consumo interno de carne vacuna es el más bajo de los últimos 100 años

El desplome de comercialización in­terno es notorio en favor del mer­cado internacional. El consumo per cápita en abril ha sido de 45,2 kilos.

El desplome de comercialización in­terno es notorio en favor del mer­cado internacional. El consumo per cápita en abril ha sido de 45,2 kilos.

A pesar de que los niveles de producción y de expor­taciones se posicionan en niveles récord, el consumo de carne se consolida en los registros más bajos de los últimos 100 años. El acople con los valores externos y la suba de los commodities afectan el precio, que no pueden abonar los trabaja­dores.

De acuerdo con la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Cic­cra), en marzo el consumo de carne vacuna por habi­tante se ubicó en 49,3 kg/año, el más bajo en 100 años. En relación al promedio al­canzado en marzo de 2020, se registró una disminución de 2,5% y cuando se con­trasta con el pico alcanzado en marzo de 2008 (66,2 kg por habitante), la contrac­ción fue de 25,5%.

Asimismo, el volumen absorbido por el mercado interno descendió a 527,3 mil toneladas res con hue­so (tn r/c/h) en el primer trimestre y el promedio mensual habría sido de sólo 175,8 mil toneladas. La caída interanual fue del 4,3%, pero más importan­te aún es que se trató del peor primer trimestre de los últimos 18 años. Hay que remontarse hasta enero-marzo de 2003.

Puesta en términos ab­solutos, la baja del con­sumo interno fue equiva­lente a 23,6 mil toneladas con relación a enero-marzo de 2020. 

Si se comparan los niveles de consumo, producción y exportaciones, el desplome del circuito de comerciali­zación interno es notorio en favor del mercado inter­nacional. Cuando se extien­de el período de análisis, la faena de hacienda vacuna orientada al abastecimiento del mercado interno viene cayendo, si bien no de forma lineal, desde 2018, cuando la economía entró en recesión, cayó el nivel de empleo y el poder adquisitivo de la po­blación.

En el último trimestre de 2017 se volcaron al mercado interno 222 mil toneladas de res con hueso (tn r/c/h) pro­medio mensual y a partir de entonces este volumen des­cendió con avances y retro­cesos hasta ubicarse en un piso de 175,8 mil promedio mensual en el primer tri­mestre del año. Es decir, en tres años la producción de carne vacuna vendida en el mercado interno se contrajo 21%.

RAZONES DE LA BAJA 

En el análisis del merca­do, el 90% de la caída del consumo interno se explica por la retracción del nivel de faena y producción. Los pro­ductores tuvieron que hacer uso de las recrías a campo en los últimos meses, las cuales demandan más tiempo para lograr el aumento del peso del animal y, en consecuen­cia, provocan una caída de la oferta de animales de con­sumo en el corto plazo.

Esta situación está en­marcada en un proceso ge­neral de reversión gradual del ciclo ganadero, que entre finales de 2018 y mediados de 2019 había ingresado en una fase clara de liquidación de existencias, lo cual gene­ró una menor disponibilidad de terneros en 2020. 

“Asimismo, la continua re­tracción del poder adquisiti­vo de las familias y el mayor nivel de desocupación ob­servados en los últimos tres años, contribuyeron tam­bién a explicar la disminu­ción de la demanda interna de carne vacuna y la mayor demanda de carnes alterna­tivas”, señala el director de Ciccra, Miguel Schiariti.

El director de Ciccra considera que “esconder información genera incer­tidumbre en el productor ganadero, que cuando deci­de retener o no una ternera para madre, necesita tres años para ver el fruto de esa decisión. Las amenazas y la distorsión de la realidad a través del ocultamiento de datos de faena desorienta la toma de decisiones”.