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COMENTARIO POLITICO SEMANAL

Forcejeo legal sin fundamentos

La desobediencia judicial es lo único que le faltaba a Gildo Insfrán para completar el panorama de absoluta crisis de autoridad, no respetando lo único que podía llegar a configurar un control a tanto descontrol dentro de las políticas sanitarias que transformaron a Formosa en una cárcel social.

Gildo Insfrán entrando en la casa rosada. Gobernador de una de las provincias más pobre, con fuerte cuestionamiento legal y social. La permanente cuarentena, exteriorizó su perfil más autoritario. Un error que puede tener sus costos políticos.

Los plazos ordenados por la justicia federal, algunos ya se cumplieron, como por ejemplo el del levantamiento del vallado entre Clorinda y el resto de la provincia pero por supuesto no se ha hecho efectivo y el municipio fronterizo lleva más de 200 días con crisis humanitarias causadas por la falta de atención médica de alta complejidad  y la imposibilidad de poder continuar los tratamientos de pacientes oncológicos, cardíacos o diabéticos, entre otros.

Los fallecimientos, todos vienen a cargo del COVID 19 pero es evidente que el sesgo en los números no tiene la más absoluta claridad cuando parecen haberse suspendido en el tiempo todo el resto de los fallecimientos por otras causas dentro de los límites de la provincia.

Rebeldía judicial

Otra de las resoluciones judiciales que no se han cumplido contempla violaciones a los derechos de libre circulación de las personas por cuanto la justicia federal les ha aclarado suficientemente en el fallo que aclara que el Decreto 168/21 firmado por el presidente, Alberto Fernández, amigo de séptuple gobernador, cada uno de los casos que pueden ser aislados por el estado en centros de alojamiento y no otros.

Habla de casos confirmados de COVID 19, contactos estrechos y casos sospechosos con síntomas, de hecho aclara que la provincia no tiene facultades para privar ilegítimamente de la libertad o colocar de manera obligatoria a personas que no estén contempladas en este DNU.

Pero Insfrán siempre puede más y en el momento más crítico de su mandato, genera un nuevo escándalo nacional diciéndole a través de la sumisa justicia provincial, que la justicia federal debe inhibirse de fallar sobre las políticas sanitarias.

Pocos aliados

Pero esto no es lo único porque en horas también termina el plazo para eliminar el desdichado ingreso ordenado y administrado que funciona a manera de aduana interior, expresamente prohibidas en la constitución nacional. En este punto la justicia federal le ordena al gobierno del barbado lagunense, adecuar este sistema que tanto daño ha causado, al decreto N° 168/21 por lo que  ya no podrá impedir la libre circulación ni en el egreso ni en el ingreso a la provincia sino administrar un protocolo para el libre tránsito, es decir con PCR negativo.

El perjuicio que el eterno residente del quinto piso ha causado en familias que no se pueden ver desde hace un año, escenas dramáticas y hasta muertes como la de Mauro Ledesma, que intentó cruzar el río Bermejo nadando para evitar un verdadero “muro de Berlín” como una de tantas situaciones violatorias de los derechos humanos se suman de a miles en la justicia federal y lo tienen como principal responsable.

Aún con los juzgados federales de Formosa, la Cámara Federal de Apelaciones, los Tribunales de Casación y hasta la propia Corte Suprema, cercándolo cada vez más, el veterano modelo del lagunense, endurece posturas y busca apoyo en los domados veteranos del PJ, sin conseguir resultados.

La culpa no es mía

Solo, con una provincia estallada y en rebeldía, hoy Insfrán ve que la pandemia sigue su curso y que todos los abusos cometidos solo retardaron el crecimiento de los contagios comunitarios.

El Consejo de Atención a la Emergencia ha caído en un descrédito absoluto al relacionar el aumento de los contagios a las manifestaciones y desobediencia ciudadana ante la tiranía de decisiones irracionales que ni siquiera han tenido los resultados esperados, solo demoraron en el tiempo el brote y arruinaron la vida de miles de formoseños.

Ya sin horizonte, el gobierno trata de pasarle la responsabilidad del fracaso que se viene con los casos a un enemigo, como ha ocurrido siempre con el pejotismo. La culpa la tiene otro, no quien sometió a todo los ciudadanos a un confinamiento eterno sin opciones y lo sigue haciendo.

Siguen los contagios

Al tren de los contagios, en promedio 40 por día, el único hospital en condiciones de tener pacientes con COVID 19 no tardará mucho en colapsar por la cantidad de camas. El interdistrital Evita, tiene a un cuerpo médico y auxiliar trabajando a destajo pero no dan abasto porque entre tantos recursos que les faltan, les faltan los recursos humanos.

El 50% de sus capacidad ha sido colmada y curiosamente las estadísticas del séptuple gobernador siempre tienden a dar el panorama más positivo posible pero claro, el no hace política con la pandemia le manda a decir a sus ministros, sin embargo la pandemia no parece acompañarlo en los resultados.

Una mirada obvia

Si tiempo atrás la intervención de la provincia sonaba imposible de materializarse, hoy con la franca desobediencia judicial y la privación ilegítima de la libertad de cientos de personas, los ciudadanos rehenes del opresor miran hacia el gobierno nacional. El presidente debe ocuparse directamente de Formosa o Insfrán lo arrastrará irremediablemente.

Desde el Instituto Patria, miran hacia uno de los principales financistas de la campaña de Cristina con fastidio. “Este tipo nos está sacando votos en el todo el país” e inclusive la intención del más de un cuarto de siglo como caudillo de Formosa, era conseguir una apoyo de la Liga de Gobernadores, algo que nunca llegó. Nadie quiere lo que pasó el viernes negro en Formosa, nada menos que Formosa, la provincia más pacífica de toda la Argentina.

Como se fue volvió, con las manos vacías y sin el apoyo que esperaba. Si había algo que le faltaba para turbarlo es la incipiente idea dentro del kirchnerismo de sacárselo de encima, a él y al matrimonio feudal, el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora y su actual esposa.

Es por estas razones que optó por atrincherarse en la provincia del norte y plantear la desobediencia judicial manteniendo todas las medidas violatorias de los derechos humanos y constitucionales.

Jóvenes revoltosos

Desde el quinto piso no ha podido someter a la rebeldía que el mismo ha provocado y cuando se aprestaba a prorrogar la Fase 1 en la ciudad de Formosa, dio marcha atrás para descomprimir el clima de conflictividad social.

Los militantes de una #Formosalibre le habían torcido el brazo y mandó al ministro más repudiado de todos a anunciar un retorno al distanciamiento social, mientras a metros de la vallada casa de gobierno, festejaban el triunfo de una gesta ciudadana.

Insfrán tenía frente a sus ojos, el motivo del repudio nacional pero la soberbia del poder no lo deja  pensar y por no escuchar a los ciudadanos ha tenido marchas y convocatorias multitudinarias con canticos apasionados e inesperados. Algo nunca premeditado.

 

Año electoral

 

Por su parte la oposición a un par de meses para la definición de candidatos para un frente o coalición, parece dispersarse en discusiones inconducentes, motorizadas en general por los mismos intereses particulares de aquellos que manejan las estructuras, tal cual el barbado lagunense.

Con un escenario de una ciudadanía expectante de la propuesta para la renovación y a su vez para canalizar el enojo con el gobierno, de antemano les han advertido que no quieren a los mismos de siempre por lo que el desafío es no solo presentar caras nuevas sino además generar alianzas que puedan quebrar el 30% básico de la estructura de la primera minoría.

Una creciente  ‘implosión” oficialista (algunos sin disimulos, otros en la clandestinidad), ven la posibilidad de resistir la continuidad de Insfrán, primero restando diputados y evitar los 2/3 en la Legislatura.

En un círculo muy cerrado, preexiste un borrador, de un acuerdo para la futura actividad legislativa. Desde anular la reelección indefinida, la Ley de Lemas, disminuir el costo político (cantidad de legisladores, concejales), una imposición infecunda para toda la sociedad.

De tener los números, la ambición es llamar a una elección de una Asamblea  Constituyente, para modificar el perfil de provincia pobre y relegada, donde la actividad privada, no figura como agenda en el actual gobierno

Será una tarea a corto plazo y con la dificultad de convencer a punteros de la oposición, que se sienten cómodos siendo eternos perdedores.

 

Buena coyuntura

De las elecciones de medio término, donde el fuerte liderazgo del lagunense no estará en juego, se podrán vislumbrar las posibilidades de competir con posibilidades de cambio en el quinto piso en el lejano 2023.

Hoy el escenario lo ha puesto la propia ciudadanía y no piensa ceñirse a cuestiones partidarias dentro de la oposición,  y también puede escarmentar, como ha hecho con las restricciones, palos y las balas de gomas de Gildo Insfrán.

Pero todavía es tiempo de acuerdos, acuerdos profundos que tengan en perspectiva a los formoseños que lidiaron, que le pusieron el cuerpo, que quieren trabajar y que finalmente aspiran a  “una Formosa libre”.

A Gildo Insfrán gran parte de la sociedad argentina, lo conoció después de su casi desapercibido 40 años como funcionario público con varios mandatos (1 como diputado, 2 como vice gobernador y 7 veces gobernador), lamentable para él, en su perfil más aciago.