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EL VIERNES PASADO INTENTÓ ACUCHILLARLA DELANTE DE SUS HIJOS

“No vas a volver viva”: la aterradora frase que le dijo a Yanina su ex pareja y que casi desencadenó una tragedia

La mujer fue atacada por su ex pareja quien la siguió hasta una casa donde estaba participando de un cumpleaños con sus hijos; la obligó a irse a la casa y en el trayecto la agredió físicamente previo a intentar asesinarla. Gracias a la intervención de un joven que escuchó y vio todo, está viva. Ya lo denunció en tres ocasiones. La policía la culpó a ella y a los vecinos porque éstos intentaron linchar al hombre cuando vieron el feroz ataque a la mujer y a su hija menor. 

Yanina vive un infierno desde hace 13 años. Es de Ibarreta y estaba en concubinato con un hombre que la vive maltratando. Se mudaron a Formosa pensando ella que todo cambiaría, pero fue para peor. Desde que llegaron a la ciudad, ya lo denunció en 3 ocasiones por violencia de género. Este último viernes el hombre intentó acuchillarla delante de sus hijos. “No vas a volver viva” le dijo antes de atacarla. Gracias a la ayuda de un joven que intervino y de un grupo de vecinos que la ayudaron, está viva. “Él tiene impunidad. La policía me retó a mí y a los vecinos por hacer escándalo en la calle. No se animaron a entrar al pasillo donde vive”, indicó la mujer.
El Comercial dialogó con Yanina, una mujer oriunda de Ibarreta que llegó a Formosa hace unos 9 años. Está en pareja en con Erik R (29), con quien tiene 3 hijos en común. “Tengo un nene de 12, otro de 10 y una nenita de 4 años; a ella la lastimó en sus piernitas porque me la arrancó de los brazos y la tiró al piso”, dice.
La mujer asegura que desde hace 13 años que llevan de relación ha vivido un calvario con este hombre. “Entre 2012-2013 lo denuncié en Ibarreta porque me había atacado, me golpeó y me rompió el tabique. Siempre que toma se descontrola. Luego, nos vinimos a vivir a Formosa, y pensé que todo cambiaría pero no, fue para peor. Él siguió siendo violento. Yo lo denuncié porque se puso violento el año pasado, en junio; era la previa al día del Padre, invitó a unos amigos a la casa y después me celaba. Ahí fue la primera denuncia. Después, en agosto del año pasado, también lo volvió a denunciar por violencia. Y este viernes último, radicó la última denuncia. “No solo fue por violencia de género, sino por las lesiones a mi niña. Fuimos al forense para que nos revisaran a ambas”, afirmó.
Si bien ya no conviven en la misma casa, el hombre siempre quiso hacer que ella regresara con él. “Ahora se mudó cerca de casa, está a media cuadra nomás. Estamos en El Palomar (Circuito Cinco) y sabe que la policía no le hará nada, me lo dice siempre. Y su abogado hace poco me llamó para decirme que yo tenía que dejar de denunciarlo, que tenía que vender la casa e irme, porque él iba preso pero al salir me iba a matar”.

Las instituciones que fallan

Hace unas horas atrás la Secretaria de la Mujer decía por una radio local que “hay un Estado presente y que las instituciones funcionan”. Sin embargo a Yanina, y a los vecinos que la ayudaron este último viernes, los acusó “por hacer quilombo en la calle” (sic) y no fueron capaces siquiera de ir a buscar al hombre que minutos antes había herido a un vecino con un arma blanca cuando éste intervino para salvarle la vida a esta potencial víctima de un femicida. 
La secuencia, según narró Yanina fue la siguiente. El hombre estuvo hostigándola desde temprano ese viernes; le mandaba mensajes, luego la bloqueaba en el celular; luego volvía a escribirle. Ella acudió a un cumpleaños infantil con sus hijos por la noche, lo que molestó a su ex pareja quien comenzó a insultarla y amenazarla. “Él no quiere que yo tenga vida, que no salga, que no haga nada. Porque si salgo es porque tengo alguien, eso nomás tiene en su cabeza”, contó angustiada.
El hombre envió un audio amenazador diciéndole que saliera con sus hijos o iba a entrar a buscarla. “Ya sabés de lo que soy capaz”, le dijo. Uno de los hijos de la mujer al escuchar el audio le advirtió a su madre que su papá estaba ahí, porque la música que se escuchaba de fondo era la que sonaba ahí mismo.
Fue así que ella salió para verificar si efectivamente el hombre estaba ahí afuera y así fue como se lo encontró. Discutieron y ella le dijo que iba a ir a su casa cuando terminara el cumpleaños. Regresó a la casa y dijo que se iba a ir para denunciarlo y luego volvía.
“Fui por un pasillo porque estoy a media cuadra de mi casa; cuando él me comienza a decir ‘vas a volver, pero viva no vas a volver’ y me dio una patada por la espalda. Yo llevaba mi teléfono en la mano y estaba marcando al 911. Se dio cuenta y comenzó a forcejear para quitármelo, lo rompió y como yo tenía a mi nena en brazos, me la quitó y la tiró contra el suelo. Un chico que estaba ahí en el pasillo y que escuchó lo que me dijo, nos siguió y por eso cuando él me agarró de las manos y luego del cuello; intentó ayudarme y le pegó con un escombro por la cabeza. Él se levantó y comenzó a corrernos a mí, a mis hijos y al chico. Luego se fue a su vivienda y salió en medio de la calle a gritarme. Los vecinos escucharon y vieron todo; por eso salieron para defenderme y lo quisieron linchar. Cuando vino la policía nos retaron a todos, porque según ellos ‘estábamos haciendo quilombo en la calle’, es decir que yo tenía que dejarme matar nomás por él”.
Yanina está aterrada como sus hijos. Porque el hombre está suelto y dice tener influencias políticas que lo hacen actuar impunemente.
Desde la Secretaría de la Mujer se comunicaron con ella ayer por la mañana para ofrecerle asesoramiento legal y psicológico tanto para ella como sus hijos.