Boom de alimentos importados en las góndolas: hasta 60% más baratos y cuáles son los favoritos de los clientes
Los alimentos fabricados en el exterior amplían su oferta en los supermercados. Muchos están a mejores precios que los nacionales con una calidad percibida alta. Prevén la llegada de más artículos.

Hace unos meses parecía impensado, pero hoy es una realidad: en las góndolas argentinas, los productos importados no solo ganaron espacio, sino que en muchos casos son más baratos que los nacionales. La desregulación de importaciones dispuesta por el gobierno de Javier Milei, los altos costos internos y la baja del impuesto PAÍS impulsaron una ola de mercadería extranjera que desafía a la industria local y cambia los hábitos de consumo.
Según datos del Indec, las importaciones en febrero alcanzaron los US$ 5.864 millones, lo que representa un aumento interanual de 42,3%. Este crecimiento se debe principalmente a una suba de 55,4% en las cantidades importadas, mientras que los precios registraron una caída de 8,5%.
Durante una recorrida por supermercados, Clarín descubrió que, en muchos casos, los artículos importados resultan entre un 25% y 60% más económicos que los nacionales. Además, se observó un incremento en la oferta de productos de almacén, especialmente, en panificados, lácteos y pastas secas.
"Hasta el año pasado, solo el 10% de nuestras ventas correspondían a productos importados, pero en los últimos meses esta cifra se incrementó considerablemente", dijo una fuente de una importante cadena de supermercados consultada por Clarín.
A partir de la apertura de importaciones, el proceso tuvo dos etapas, según explicaron. "Primero se importaron productos de países limítrofes porque era lo más rápido de resolver: panificados y harinas de Paraguay y Brasil, algo de lácteos de Uruguay, y frutas y verduras de Chile. Ahora estamos en una segunda etapa, con más desarrollo de proveedores, y eso se va a notar cada vez más en las góndolas", agregó el vocero consultado.
Por otra parte, desde Carrefour confirmaron que la presencia de productos importados en sus góndolas es parte de una estrategia para ampliar la variedad y mejorar la competitividad de precios: "Si bien los importados aún representan una porción chica de nuestra oferta total, han mostrado una creciente aceptación. Ya no son solo un aspiracional, sino que empiezan a posicionarse como un diferencial de precio bajo con una calidad percibida muy alta".
En el último año, sumaron 130 productos importados, incluyendo alimentos básicos como aceite de oliva español, tomate perita italiano, pastas, yerba y cerveza. Además, la cadena francesa también remarcó que la tendencia no se limita a alimentos: "En categorías como librería, electro, bazar y textil, hemos podido diversificar aún más nuestra propuesta con importados".
Alimentos importados, hasta 60% más baratos
Según pudo comparar Clarín, la mayoría de los importados terminan resultando más accesibles, incluso con costos de flete y logística añadidos.
Por ejemplo, una bolsa de pan blanco Bimbo cuesta $ 5.194, mientras que sus competidores brasileños Visconti y Bauducco salen $ 2.999 y $ 3.100, respectivamente. En el caso de los fideos, el paquete de Matarazzo se vende a $ 2.000, frente a las alternativas albanesas Pasta Bella ($ 1.250) y Diamond ($ 1.470).
Situaciones similares se repiten en otros productos de almacén: las papas fritas paraguayas en tubo marca Día o Ciudad del Lago se venden a $ 2.899, mientras que las Lays elaboradas en Argentina trepan a $ 4.500. En enlatados, el choclo cremoso de La Campagnola se consigue por $ 1.783, pero la versión brasileña de Ciudad del Lago está a $ 1.119.
La diferencia de precios también alcanza a los lácteos. La leche La Serenísima se vende a $ 2.130, mientras que la uruguaya Conaprole cuesta $ 1.499. En crema de leche, la brecha es menor: Milkaut se consigue por $ 2.900, apenas por encima de los $ 2.599 de la versión importada. En el caso de la manteca, la de Conaprole (200 g) tiene un precio de $ 3.299, levemente por debajo de los $ 3.469 de La Serenísima.
En el caso del atún, la diferencia es aún más pronunciada. Mientras que la lata de La Campagnola cuesta $ 7.500, las opciones importadas como Robinson Crusoe (España) y Bulnez (Ecuador) se consiguen a $ 3.162 y $ 1.290, respectivamente.
Sin embargo, hay excepciones. En el segmento de cafés instantáneos, Nescafé Dolca de Argentina se vende a $ 9.900, mientras que la opción importada Cruzeiro llega a los $ 16.900. También en algunas categorías de salsas se encuentran precios más competitivos.
(Clarín)