Inundaciones en el Bañado La Estrella: desesperación y reclamos de los productores
"El agua es mucha y no se va rápido" dijo un productor de la zona

Las inundaciones en la zona del Bañado La Estrella, en la provincia de Formosa, están generando una situación desesperante para los productores ganaderos. Según testimonios recogidos por Radio Uno, el agua avanza lentamente y pone en riesgo la producción agropecuaria, mientras que la asistencia del gobierno es insuficiente o directamente inexistente, según denuncian los afectados.
Julián Gómez, productor ganadero del establecimiento Santa Teresa, ubicado en Punta del Agua, expresó en una entrevista con la emisora que la situación es crítica:
"El agua es mucha y no se va rápido. Esto no lo entiende el gobierno. Nos dicen que en algunas zonas bajó un poco, pero la realidad es que sigue habiendo mucha agua y ahora nos afecta a nosotros", sostuvo Gómez.
El productor también advirtió que el problema no es solo la lluvia, sino la falta de infraestructura adecuada para manejar el exceso de agua. Según su testimonio, las compuertas y el vertedero no están funcionando correctamente, lo que provoca que el agua se acumule y termine afectando a más productores río abajo.
Pérdidas económicas y ausencia del Estado
Las consecuencias de las inundaciones son devastadoras para los productores. La hacienda muere ahogada o queda atrapada en el barro, y el costo de trasladar los animales a zonas más altas es elevado. Gómez recordó que esta no es la primera vez que enfrentan una crisis similar y que, en el pasado, ya han perdido gran parte de su ganado debido a la falta de medidas preventivas.
"La primera vez que se cerraron las compuertas nos mató mucha vaca a todos. Después aprendimos y empezamos a movernos antes. Pero es un gasto enorme, personal, logístico, de todo", explicó.
A pesar de los reclamos, los productores aseguran que no han recibido asistencia real por parte del gobierno. Aunque se han distribuido algunas ayudas, como colchones y mercadería, Gómez señaló que eso no soluciona el problema de fondo.
"Nos dieron un colchón, una chapa, pero la hacienda sigue en el agua. Se quema las patas, se enferma y se muere. La pérdida es grande y nadie nos va a devolver nada", lamentó.
¿Y después del agua?
Más allá de la crisis actual, los productores temen por el futuro. Una vez que el agua baje, las pérdidas serán irreparables. Gómez estima que recién en junio o julio podrían empezar a evaluar los daños y que no hay ninguna perspectiva de ayuda concreta para la recuperación.
"El desastre ya está. Cuando el agua se vaya, ¿qué nos queda? ¿Quién nos va a devolver los animales muertos, las pasturas perdidas? Nadie", denunció.
El testimonio de Gómez es solo uno de los tantos que reflejan la angustia de los productores formoseños. Mientras tanto, la falta de infraestructura hídrica y la ausencia de respuestas efectivas del gobierno agravan un problema recurrente en la región.