Alerta en Formosa por la crecida del Pilcomayo: rutas y poblaciones en riesgo
Las intensas lluvias en la alta cuenca de Bolivia han provocado una importante crecida del río Pilcomayo, lo que pone en riesgo caminos y poblaciones en el oeste de Formosa. En una entrevista con Radio Uno, el ingeniero Javier Caffa, administrador general de la Dirección Provincial de Vialidad, explicó el impacto de este fenómeno y las medidas de mitigación que se están implementando para reducir sus efectos.

Un caudal creciente y con alto contenido de sedimentos
El río Pilcomayo es conocido por su comportamiento variable y su gran arrastre de sedimentos, similar al del río Amarillo en China. En lo que va del año, se han registrado varios picos de crecida, siendo los últimos días los más críticos. Según Caffa, los niveles superan los 7 a 9 días continuos de valores elevados en la estación de monitoreo de Misión La Paz, Salta, lo que indica un volumen hídrico considerable que seguirá afectando la región.
"Estamos viendo niveles por encima de los 7 metros durante más de una semana, lo que implica una masa importante de agua y sedimentos que se depositan en las zonas más bajas del oeste provincial", explicó el funcionario a Radio Uno. Esto afecta no solo el curso del río, sino también rutas provinciales y caminos vecinales en áreas clave como El Chorro, Santa Teresa y María Cristina, que podrían verse interrumpidos.
Rutas y comunidades en peligro
El escurrimiento del Pilcomayo afecta principalmente a caminos y poblaciones de la zona. Caffa detalló que las antiguas cañadas como la de Chorro y la 26 están en riesgo de desbordes, lo que podría generar aislamiento de comunidades. En estas áreas, las rutas provinciales de tierra son las más vulnerables, debido a que las intensas lluvias y el sedimento dificultan su transitabilidad.
En la zona este, el agua se embalsa en el Bañado La Estrella, un ecosistema clave que funciona como regulador natural de las crecidas. Sin embargo, el incremento del caudal genera presión en los canales de desagüe, que derivan el agua hacia el río del Norte y otros sistemas hídricos que abastecen a localidades como Fortín Lugones, General Güemes y Clorinda.
Medidas de prevención y asistencia
Ante esta situación, el gobierno provincial ha desplegado un operativo de emergencia para asistir a las comunidades afectadas. Equipos de Vialidad Provincial están trabajando en la contención de desbordes mediante terraplenes de mitigación y monitoreo constante de los caminos. Además, se ha iniciado el traslado de pobladores en zonas ribereñas hacia áreas más seguras, con el objetivo de prevenir afectaciones mayores.
Caffa destacó que la clave no solo está en la altura del río, sino en la permanencia de los niveles elevados. "No solo medimos los picos de crecida, sino cuánto tiempo se mantienen. En este caso, llevamos más de una semana con valores altos, lo que indica que estamos ante una crecida mayor a la habitual", explicó.
Si bien estas inundaciones son parte del ciclo natural del Pilcomayo, su impacto en la infraestructura y la población exige respuestas rápidas. Las autoridades continúan en alerta, mientras se espera que el nivel del agua siga alto en los próximos días. La prioridad sigue siendo garantizar la seguridad de las comunidades y la conectividad vial en una de las zonas más afectadas por la crecida del río.