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Comienza el 10 de marzo y finaliza el 9 de mayo

Dr. Mancebo: "La vacunación es imprescindible pero el desafío son los costos que trae complicaciones al productor ganadero"

El próximo 10 de marzo dará inicio la campaña de vacunación contra la fiebre aftosa y la brucelosis bovina en la provincia de Formosa, una tarea crucial para la sanidad animal y la producción ganadera. Sin embargo, detrás de esta iniciativa sanitaria, se esconde una serie de desafíos que los productores deben afrontar, desde los costos elevados hasta las dificultades logísticas que afectan a muchos sectores.

La campaña de vacunación se extenderá hasta el 9 de mayo en la región centro-este de SORUFOR, mientras que en la región oeste, que abarca Guadalcázar, Zarazar y Soledad, concluirá el 6 de junio. En esta primera etapa, se vacunará el 100% del ganado, incluyendo terneros, vacas adultas y toros, así como búfalos, cumpliendo con la inmunización obligatoria establecida por las autoridades sanitarias.

Si bien la vacunación es una medida imprescindible para evitar enfermedades que pueden poner en riesgo el comercio y la producción ganadera, el costo de la dosis se ha convertido en un punto crítico. Aún sin un precio definitivo, se estima que cada vacuna rondará los $2.000, lo que significa una inversión millonaria para el sector. Considerando un stock provincial cercano a 1.800.000 cabezas de ganado, la inversión total alcanzaría los 3.600 millones de pesos.

Para recabar mayor información sobre esta campaña el  doctor Orlando Antonio Mancebo, coordinador general de SORUFOR a nivel provincial, destacó la importancia de mantener la vacunación para consolidar la erradicación de la fiebre aftosa, una enfermedad contra la que Argentina ha luchado desde la década de 1960. No obstante, reconoció que los costos y las dificultades climáticas, como la sequía y la falta de infraestructura, complican la situación para muchos productores.

A esto se suma la burocracia y la falta de recursos en el sistema de control sanitario. "Hay oficinas del Senasa que ni siquiera cuentan con una camioneta para trasladar a los inspectores", señaló Mancebo, subrayando la corresponsabilidad de todos los actores del sector para garantizar el cumplimiento de la normativa.

Otro problema que enfrenta la campaña es el incumplimiento de algunos productores que, por diversas razones, no vacunan su ganado en tiempo y forma. "Cada vez aumenta más la cantidad de productores que incumplen con la vacunación. Esto requiere medidas de control más estrictas", advirtió Mancebo.

Mientras el sector ganadero espera la confirmación del precio final de la vacuna, la preocupación crece entre los pequeños y medianos productores que ven difícil afrontar estos costos. La pregunta que queda en el aire es si el Estado, más allá de su aporte en controles sanitarios, ofrecerá algún tipo de ayuda o incentivo para aliviar la carga económica de quienes sostienen gran parte de la producción agropecuaria del país.