Dilatada vigilia en el quinto piso.
En la "República de Formosa" han existido innumerables intentos de alterar y en algunos casos incluso eliminar, los principios fundamentales establecidos en nuestra Constitución Nacional. Cada intento durante más de 30 años de permanencia de Gildo Insfrán en el poder han resultado, en un éxito casi completo, si se ve quienes se mantienen en el poder desde hace más de un cuarto de siglo.

En la "República de Formosa" han existido innumerables intentos de alterar y en algunos casos incluso eliminar, los principios fundamentales establecidos en nuestra Constitución Nacional. Cada intento durante más de 30 años de permanencia de Gildo Insfrán en el poder han resultado, en un éxito casi completo, si se ve quienes se mantienen en el poder desde hace más de un cuarto de siglo.
Estos principios vulnerados (con muchísima intensidad sobre todo en la pandemia), son puestos en "suspenso" al cruzar los límites de nuestra provincia. Cruzando el "Bermejo" no hay garantías para ningún ciudadano argentino respecto de lo que debería tener vigencia en un país democrático y republicano, donde las leyes se respetan y el poder no se concentra en una sola persona.
Después del dictamen del Procurador General, Eduardo Casal, en contra de la reelección indefinida del óctuple gobernador de la provincia, solo se espera y de manera inminente, un pronunciamiento de la Corte Suprema que si va de la mano del dictamen, terminaría con el perpetuo feudal en el poder. La pregunta que surge es ¿Por qué tuvieron que pasar ocho períodos de gobierno del eterno residente del quinto piso para por lo menos reflexionar en un dictamen, la democracia enferma que se vive en Formosa?
Deuda de la Democracia.
La perpetuidad en el poder no es de dos o tres períodos, es de ocho períodos ¿Dónde estuvo la Corte todos estos más de 20 o 30 años? y como podría repararse el daño institucional producido por una autocracia de probeta, permitida por cada uno de los magistrados convenientes del máximo organismo de justicia nacional.
Hoy la reflexión es que no es buena idea experimentar con cambios que permitan a los líderes perpetuarse en el poder. La Constitución Nacional, en sus artículos 1° y 5°, establece que Argentina debe funcionar como una república. ¿Qué significa esto? Que las autoridades deben renovarse periódicamente, y nadie debe quedarse indefinidamente en un cargo público.
¿Tan difícil fue haber interpretado muchos años antes la misma Constitución Nacional? En muchas otras provincias (con bemoles, la Corte ha fallado mucho antes que lo que se ha vivido con un gobernante perpetuándose en el poder, destruyendo la esencia de la democracia, pulverizando la igualdad de oportunidades, ya que los ciudadanos no tienen las mismas chances de participar en las elecciones o de acceder a cargos importantes por innumerables factores que se desprenden precisamente de la falta de alternancia.
Contundentes argumentos.
¿Cómo se hace para resarcir el daño en una provincia donde los ciudadanos que no pensaron todo este tiempo como el feudal sufrieron la falta de separación de poderes, o para ser más claros, el equilibrio entre los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial?
Hoy vemos en la previa del fallo de la Corte que la reelección indefinida va en contra de la Constitución Nacional y también de tratados internacionales, como la Convención Americana sobre Derechos Humanos ¿Antes no la vimos?
Cuando no hay alternancia en el poder, se rompe el sistema abierto que permite a cualquier ciudadano competir en igualdad de condiciones por un puesto público. Si alguien puede ser reelegido indefinidamente, las elecciones dejan de ser justas, ya que esa persona tiene todas las ventajas para seguir ganando, dejando fuera a los demás.
Dentro de los argumentos del Procurador Casal, se cita a un fallo clave del juez Carlos Rosenkrantz, quien recordó que desde los inicios de nuestra Constitución, los líderes de aquel tiempo estaban preocupados por evitar que una sola persona acumule demasiado poder. "Según Alberdi, uno de los padres de nuestras leyes, permitir la reelección indefinida no es otra cosa que cambiar la forma de gobierno. Para él, era claro que el deseo de quedarse en el poder es algo natural en los seres humanos, pero justamente por eso hay que evitarlo".
El problema con las reelecciones ilimitadas es que rompen con la idea básica de lo que es una democracia representativa. En un sistema democrático, el poder no debe pertenecer a una persona, sino al pueblo, y el pueblo debe poder elegir a sus representantes en condiciones justas y transparentes. Algo absolutamente tergiversado, cuando Insfrán habla del poder conferido por el pueblo, un pueblo cautivo, un pueblo sometido.
La concentración del poder, deriva en corrupción, abuso de autoridad y falta de transparencia. Por eso, las normas que limitan el tiempo en el poder no son solo reglas formales, sino herramientas para proteger la democracia y los derechos de todos.
Limitar la reelección no es un capricho, sino una medida necesaria para que el sistema funcione correctamente. Cuando una persona o un partido se perpetúan en el poder, se debilita la democracia.
Desenlace legal.
En conclusión, la renovación de las autoridades no es solo una cuestión técnica o legal, sino una garantía para mantener la igualdad, la justicia y la transparencia en el gobierno. La democracia se construye con alternancia, con la participación de todos y con el respeto a las normas que aseguran que nadie pueda apropiarse del poder de manera indefinida.
Seguramente un fallo que impida una novena reelección de Insfrán, no cure las heridas causadas por permitir que una provincia argentina haya sufrido tantos años de abuso de poder, violencia institucional, persecución ideológica, corrupción, enriquecimiento ilícito, denegación de justicia, violación de derechos humanos, entre tantas cuestiones que tardarán casi los mismos años en saldarse cuando realmente haya un imperio de la Ley.
El procurador Casal ha rechazado uno por uno cada uno de los planteos del gobierno de Gildo Insfrán y se estima como inminente un fallo de la Corte ¿Podrá Insfrán esquivar a la Ley Suprema con una reforma de su Constitución "privada"?.
Habrá que esperar el fallo. Algo es seguro. No resarcirá el daño que tantos años de absolutismo y ausencia del imperio de la Constitución causó a la población. Una población que vivió más de un cuarto de siglo como si no fuera parte de la República Argentina.