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comentario político semanal

Un año que "no paso volando"

Es obvio que el óctuple gobernador, nuevamente se siente confiado ante la nueva relación con él gobierno nacional y la soberbia se nota en sus palabras o gestos. Ya no se lo ve tan nervioso. Milei no lo cuenta como propio pero si como manejable.

Pese a los pronosticadores "pochocleros" y el club de los helicópteros, el presidente Javier Milei, sigue cumpliendo con las promesas contraídas con sus electores. Los desafíos que siguen pendientes, se definirán, si la sociedad acompaña, como lo hizo hasta ahora, en las elecciones del 2025.

A Insfrán ya no hay quien no le pegue, salvo claro desde la Presidencia. Mientras la Corte Suprema analiza denuncias en su contra, la oposición se une en una amplia alianza para poner fin a sus 30 años ininterrumpidos en el poder.

Al mismo tiempo, en el Congreso avanzan proyectos que directamente solicitan la intervención federal de la provinciaSin embargo, su nombre no figura entre las principales preocupaciones de Milei.

Una de las razones detrás de esta coexistencia tiene que ver con un tema pendiente en el tira y afloja de Milei con lo que llama "la casta": la designación del juez Ariel Lijo en la Corte Suprema, un nombramiento que cuenta con el respaldo de Insfrán.

En términos de conveniencia, el Presidente entiende que no puede contar con el apoyo del gobernador formoseño en ninguna de sus iniciativas legislativas, pero también sabe que el veterano caudillo peronista no alzará demasiado la voz en los debates nacionales. La provincia de Formosa, es el único territorio donde él maneja a gusto y placer la vida de todos los ciudadanos.

Los mismos de siempre

Hay razones más que suficientes ya que en medio de los recortes a las provincias, fue llamativo el dato que se conoció en los últimos días sobre la distribución de la obra pública, que ubica a Formosa entre los distritos más beneficiados en el reparto del gobierno de Milei.

De acuerdo con la información que surge de la planilla de la Secretaría de Obras Públicas adjunta al último informe de gestión que presentó Francos en el Senado, Formosa tenía un crédito vigente de $5.165.952.577 y consiguió que el Gobierno ya ejecutara $2.018.173.123.

Entre empresas que reclamaron y fueron favorecidas están: "Industrial y Constructora" y "Rovella Carranza". Es decir, que el reparto de obras no respondió a un criterio político, sino a una exigencia empresaria.

Por Nuestra Gente Todo

La supervivencia del barbado lagunense, está asegurada dentro de la provincia y él lo sabe por eso en cada operativo "Por Nuestra Gente Todo" dice cualquier garabato para que lo aplauda la tribuna de funcionarios rentados.

Tiene licencia para atacar a Milei desde él micrófono, hablando de la caída de la construcción (su principal negociado), la actividad industrial (algo que en la provincia no existe) o el ataque al federalismo, algo que él no practica dentro de la provincia.

A veces, como en el acto pejotista del barrio San Francisco, el gobernador quiere contrarrestar la mala imagen que tiene en tantos aspectos y trata de mejorar algunos pero queda peor que antes.

El mandatario entregó títulos de propiedad a algunos vecinos pero reconoció que había 48 parcelas que están en el "limbo" por cuestiones jurídicas, es decir bajo disputas de "nuevos propietarios" que aparecen avalados por "documentos" que surgen nuevos, después de más de 50 años, arrogándose la propiedad de las familias.

Todos saben que las cuestiones jurídicas siempre favorecen a los "amigos" del poder por tanto esa gente no puede esperar nada, salvo que en algún momento los desalojen. "Antes se compraba con libreta pero nunca hicieron la escrituración" dijo Insfrán, anticipando el desenlace.

Entre algunas cuadras que vuelven a anunciarse por asfaltar para evitar que la gente "nade en un chiquero", el eterno residente del quinto piso descalificó los pedidos de intervención de la provincia y la actuación de la Corte Suprema respecto a sus interminables reelecciones: "Algunos ya dijeron que son libres, que por fin no se queda esta dictadura. Perfecto, les felicito, les felicito. Que Dios se apiade de ellos, pero le guste o no, yo tengo un solo mandante y ese mandante es el pueblo de Formosa".

 A cantarle a "Gardel"

También acusó recibo de un informe nacional que lo coloca entre los gobernadores que nunca presentaron una declaración jurada y para sorpresa de todos dijo que alguna vez hizo una, cuando fue candidato a tercer senador suplente.  "Mi declaración jurada de bienes está ahí y si eso no le basta, que vaya a la AFIP, que vaya a manejarlo y que pregunte a ver qué es lo que yo tengo. Pero yo no le voy a dar el gusto de decirlo. Yo no le voy a decirlo y que vayan a llorarle a Gardel".

Es obvio que el óctuple gobernador, nuevamente se siente confiado ante la nueva relación con él gobierno nacional y la soberbia se nota en sus palabras o gestos.

Ya no se lo ve tan nervioso: "Jamás fui a ponerle una pistola a la cabeza para que me voten" cerró.

Lo cierto es que la historia todavía tiene un final abierto. Si la Corte Suprema lo decide, la impunidad del gobernador más antiguo de la región quedaría en una anécdota de tantas dentro de las enfermedades de una democracia incipiente.

 Un año de gestión

Javier Milei, fiel a su estilo, consolidó un liderazgo centralizado, con un discurso confrontativo y una férrea concentración del poder en su figura. Desde el inicio de su gestión, dejó en claro que las decisiones estratégicas no eran negociables y que cualquier intento de cuestionarlas sería enfrentado con la misma vehemencia que caracteriza su retórica.

En este contexto, los mercados, que habían observado con cautela los primeros movimientos del gobierno, enviaron una señal alentadora: una reducción de la inflación y del riesgo país, junto con un ingreso sostenido de divisas, comenzaron a validar las políticas impulsadas por su equipo económico.

Al cierre del primer año, el balance es, como en muchas gestiones de alto impacto, ambivalente. Por un lado, los indicadores macro económicos empiezan a dar señales positivas:

Inflación en descenso: Las medidas de ajuste fiscal y las políticas monetarias restrictivas han logrado reducir la escalada inflacionaria, aunque los niveles aún son altos comparados con los estándares internacionales.

Estabilización del dólar: La contención del tipo de cambio, acompañada por una menor emisión monetaria, ha dado cierta tranquilidad a los mercados cambiarios, generando previsibilidad para el corto plazo.

Acumulación de reservas: La llegada de divisas gracias a acuerdos comerciales y una mejora en las exportaciones ha permitido una leve recuperación en las arcas del Banco Central.

A pesar de los avances, el gobierno de Milei enfrenta retos profundos que van más allá de la gestión económica. Las tensiones estructurales del país —la desigualdad, el empleo, el crecimiento económico— permanecen prácticamente intactas.

Mientras los números de los mercados mejoran, la vida cotidiana de gran parte de la población sigue marcada por la incertidumbre, especialmente en los sectores más vulnerables.

Falta mucho todavía

Si bien el gobierno ha logrado mantener un fuerte control del gasto público durante su primer año, el desafío será evitar la tentación de aumentar el egreso a medida que mejore el acceso al crédito y la presión de los sectores políticos y sociales crezca, particularmente en un contexto preelectoral.

Las medidas de ajuste, aunque necesarias desde el punto de vista técnico, han generado descontento en amplios sectores de la sociedad. La resistencia sindical y de movimientos sociales, junto con una oposición política que busca capitalizar el malestar, promete ser un factor determinante en el segundo año de gobierno.

Los avances iniciales en materia económica son un respiro, pero ¿serán suficientes para sentar las bases de un crecimiento sostenido? La capacidad del gobierno para articular una visión de largo plazo sigue siendo puesta en duda, especialmente considerando las tensiones internas en su coalición y la volatilidad inherente al sistema político argentino.

El liderazgo personalista y centralizado de Milei ha sido, al mismo tiempo, su mayor fortaleza y su principal vulnerabilidad. Por un lado, su capacidad para imponer decisiones y mantener una narrativa firme ha sido clave para implementar medidas difíciles en un entorno hostil. Por otro lado, su tendencia a polarizar y concentrar el poder puede limitar su capacidad para construir consensos necesarios en el mediano y largo plazo.

Un drama en desarrollo

El primer año de gestión de Milei se parece a un acto inicial en una obra dramática. Se han sentado las bases de una narrativa marcada por los contrastes: los avances macro económicos frente a la persistencia de los problemas estructurales; la centralización del poder frente a la necesidad de generar consensos; el alivio inicial frente a las dudas de largo plazo.

Milei parece haber ganado la primera batalla al estabilizar algunos de los indicadores económicos más críticos. Sin embargo, los desafíos estructurales de Argentina no se resuelven en una sola temporada, y el éxito a largo plazo dependerá de su capacidad para construir una estrategia que trascienda la coyuntura.

El segundo año será decisivo. Con un escenario político cada vez más polarizado y elecciones a la vista, la administración enfrentará una prueba doble: mantener el rumbo económico y consolidar la confianza en su proyecto. Por ahora, el balance de su gestión queda abierto, con avances innegables, pero también con interrogantes que mantienen al país en vilo.