En el mes de la inclusión: un colegio de la ciudad le impide a una joven con autismo cursar con sus compañeros
Un acompañante terapéutico está angustiado por lo que le toca atravesar a una joven de 16 años que cursa en un reconocido colegio de la ciudad, y donde está cercenando su derecho a recibir educación, además de abandonarla a su suerte y provocarle una situación de estrés. Desde abril de este año que la joven no asiste al colegio y no le envían los materiales para ponerse al día. Fue separada de su curso y obligada a permanecer en uno, un año inferior, sin justificativo alguno.

Mauro (nombre de fantasía porque no quiere que se sepa) es acompañante terapéutico, y vino a contar a El Comercial la historia de Lucía (nombre de fantasía), una joven de 16 años que fue diagnosticada con autismo.
Lucía cursa o debería estar cursando el quinto año del colegio, va al Polivalente de Artes, pero en abril de este año, y luego de que una junta evaluadora le tomara unos exámenes para corroborar su condición, y la rechazaran, entre otras cosas porque "no tiene fonética", como dijo una profesora de idioma francés "siendo que los chicos autistas no pueden tener fonética", dijo Mauro, fue separada de manera abrupta de sus compañeros.
"La directora la sacó del brazo de su salón y la llevó de quinto a cuarto grado, la chica entró en pánico porque no conoce a sus compañeros, y fue a su casa e intentó atentar contra su vida, se automedicó y la pasó muy mal", contó Mauro.
Según dijo, "el colegio está desoyendo un certificado médico expedido por un psiquiatra, que para no medicar a la chica con drogas fuertes, que son de por vida, recomienda que la reintegren a su curso, que rinda las equivalencias, que le den el programa y pueda ponerse al día, para estar con sus compañeros; pero no, parece que no le creen que tenga esa condición".
La chica está desmotivada, contó el acompañante terapéutico, ya le tocó vivir un trauma grande como la muerte de su padre el año pasado, y ahora esto. "La madre trabaja y tiene miedo que un día regrese y se encuentre algo terrible".
Dijo que se dirigió al Ministerio de Cultura y Educación y habló con el Jefe del Departamento de Educación Especial, Gustavo Miers. "Está enterado de todo, fue al colegio a hablar con la directora (Silvana Pérez) pero no hicieron nada, ellos siguen ignorando lo que recomienda un experto como el psiquiatra, y la chica está en su casa, sin recibir desde abril de este año, ningún material para ponerse al día", afirmó Mauro.
Especiales con los chicos de una condición diferente
Consultado por la situación en ese colegio con respecto a otros chicos que tienen una condición diferente, como la de Lucía; Mauro dijo que hablando con otros colegas, le comentaron que suelen tener un manejo similar, es decir, que el destrato es generalizado.
"Paradójicamente estamos en el mes de la inclusión, pero acá todos se están lavando las manos, fuimos para denunciar y nos dijeron que no se podía, porque ellos no se denuncian entre ellos, entre fiscalías; yo hago responsables a todos los involucrados, a la directora del colegio, a Gustavo Miers, y al Ministerio de Educación, si a esta chica le pasa algo, porque la están dejando sola", afirmó Mauro.
Ante este cuadro de situación, se evaluó en su momento el cambio de colegio, pero el mismo psiquiatra no recomienda hacer algo así, ya que estos chicos suelen tener un apego muy grande por sus afectos, y Lucía, no asiste al colegio porque entra en crisis si la mandan a un aula donde no conoce a nadie, y porque ve cómo sus compañeros siguen avanzando y ella está imposibilitada de hacerlo.
"Intelectualmente está preparada, no tiene ninguna dificultad, es un capricho de la directora hacer esto, y no dejarle avanzar, le están coartando su derecho a recibir educación, hablan de la inclusión, de respetar, pero hay mucho bla bla bla, y poca acción real", cerró.