EFEMÉRIDES FUTBOLERAS
Un 22 de septiembre pero de 1992, después de cumplir una suspensión de 15 meses por dóping, Diego Armando Maradona firmó contrato con el Sevilla. El "Diez" permaneció una temporada en el equipo español, en donde conformó una recordada dupla de ataque con el goleador croata Davor Suker.

Más de tres horas de intensa negociación duró la reunión de Zúrich. Con el secretario general de la FIFA, Joseph Blatter, como anfitrión, los presidentes del Sevilla, Luis Cuervas, y del Nápoles, Corrado Ferlaino, se encontraron a las 10 de la mañana y protegidos ambos por los dirigentes de sus federaciones, Ángel María Villar y Antonio Matarrese, y sus asesores jurídicos: Roberto Montemurro y Franco Canpanelli, el italiano, y José María del Nido, a su vez vicepresidente del Sevilla, el español. Maradona despertaba a esa hora en su hotel sevillano.
Acompañado de su esposa, Claudia, y del jugador sevillista Diego Rodríguez, visitaba a continuación uno de los chalés que podrían ser su residencia definitiva. Tras ello, el gimnasio, donde, tras cada ejercicio, Diego se dirigía expectante a los periodistas argentinos, italianos y españoles.
Fue el tercer traspaso del "Diego". Cuando en 1982 llegó al Barcelona, el club catalán pagó casi ocho millones de euros, que se repartieron el Boca Juniors, en el que jugaba, y el Argentinos Juniors, que había cedido parte de sus derechos al primero. En junio de 1984, su transferencia al Nápoles supuso un desembolso de otros 7,5 millones, la misma cifra que, ahora, tras 19 meses inactivo y 3.001 días como jugador del Nápoles, pagará el Sevilla.
Tras agradecer a la FIFA, a Julio Grondona, el presidente de la federación argentina; al Sevilla y a su equipo de asesores -"no sé si yo, pero mi equipo se lo merecía"-, tenía incluso palabras cálidas para el que hasta ayer pretendía ser su dueño: "No me voy a olvidar de don Ferlaino porque, si bien se puso duro, también estaba defendiendo unos logros que conseguimos juntos. Se lo agradezco porque dio un paso atrás y me dio la libertad. Algún día me gustaría hablar con él sin rencores, pero dejemos pasar primero los años que me quedan de fútbol".