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Di María: entre la despedida, su llanto, el calor de sus compañeros y los regalos de la gente

Gabriel es rosarino, tiene 41 años y dice estar apostado en la puerta del hotel Loews, en Coral Gables, "desde hace seis horas". Son las cuatro de la tarde y el sol pega fuerte en las afueras de Miami. Sobre su hombro derecho, Gabriel deja colgar una camiseta de Rosario Central. "Se la quiero regalar a Angelito. Ojalá que me dé bola", afirma este rosarino que dice vivir "a veinte cuadras del Gigante" de Arroyito, el estadio en el que los canallas desean ver jugar de nuevo a Ángel Di María, quien probablemente continúe un año más en Benfica.
"Mientras dure la Copa América no pienso hablar con nadie sobre mi futuro en clubes. Cuando termine la Copa, veré", le respondió Di María a un importante dirigente del fútbol argentino que le preguntó si había posibilidades de que regrese a Central. En Europa dan por descontado que renovará por una temporada con Benfica. Hay que esperar.
Malena no es hincha de Central pero igual siente adoración por el futbolista que este domingo, ante Colombia, jugará su último partido con la camiseta del seleccionado argentino. "Soy de Independiente y tengo dieciséis años", comenta la chica, que está acompañada por Gabriel, su papá, y tiene un cartel que dice: "Fideo, gracias por todas las alegrías que nos diste. ¿Me regalas una foto?". Para Di María son horas sensibles, de mucha emoción y movilización interna. Le cuesta abstraerse del cariño enorme que le dispensan los hinchas, especialmente en esas mismas redes sociales que muchas veces antes lo tuvieron como uno de los blancos preferidos de las críticas por los 28 años sin títulos a nivel mayores y por sus lesiones frecuentes en partidos decisivos del seleccionado, como la final perdida ante Alemania en el Mundial de Brasil 2014.
Tras la victoria 2 a 0 ante Canadá en una de las semifinales, Lionel Scaloni dijo que -si fuera por él- todavía no está dicha la última palabra respecto de la situación de Di María con el seleccionado. Sin embargo, el propio Fideo se encargó de remarcar que su decisión de dejar el conjunto nacional no tiene retorno.
"Mis compañeros ya saben que no hay vuelta atrás, que ya está decidido. Apoyan la decisión que tomé. Joden, pero ya está. Está tomada. Queda solo un partido y es soñado cómo está terminando. Ya está, es como deseaba", dijo el extremo rosarino en la zona mixta del MetLife Stadium de Nueva Jersey luego del triunfo frente a los canadienses.
En la previa de la final de la Copa América aquí en Miami, Di María ocupa el centro de la escena. Algo así le pasó el último martes, en Nueva Jersey, donde Lionel Messi lo invocó en la arenga antes de entrar al campo de juego al pedirles a sus compañeros "un esfuerzo más para que Fideo pueda jugar otra final".
Expresó Di María: "Leo (Messi) dijo que querían llegar a la final por mí y eso me llenó de orgullo. Tener la posibilidad de lograr todo lo que logré en este último tiempo con todos ellos es un orgullo".