Oscurecida salud y calidad de vida
El Ministerio de Desarrollo Humano, bajo la bendición del gobernador Gildo Insfrán, ha sido promocionado como un modelo de la "mejor salud pública del país" sin embargo, actualmente enfrenta una profunda crisis debido a una serie de despidos, recortes presupuestarios y sobrecargas horarias que afectan a los trabajadores médicos y auxiliares de salud.

Recientemente, casi un millar de empleados de la salud han visto rescindidos sus contratos. A esto se suman recortes en los sueldos, la eliminación de viáticos por viajes al interior, y la reducción en el suministro de combustibles para las ambulancias tanto en la ciudad de Formosa como en el interior de la provincia. Según los propios trabajadores afectados, también ha habido una disminución en la provisión de insumos básicos necesarios para el funcionamiento adecuado del sistema de salud.
Las autoridades han justificado estos recortes alegando la suspensión de programas nacionales y problemas presupuestarios. Sin embargo, esta explicación ha sido desmentida, ya que el gobierno nacional no ha suspendido ninguno de los programas de salud, y los fondos destinados a la salud pública continúan llegando al Ministerio de Desarrollo Humano. Por lo tanto, el ministro Aníbal Gómez enfrenta fuertes críticas y se podría plantear la posibilidad de una interpelación en la Cámara de Diputados para que rinda cuentas sobre esta situación.
Es una incógnita saber quien comanda la cartera de Salud, si el ministro o funcionarios del quinto piso bajo las órdenes del barbado lagunense que no han tenido mejor idea que en vez de mejorarles el sueldo a los médicos, optaron por recortarles guardias, recargarles las tareas por el mismo salario y vigilarlos para tenerlos amenazados con un potencial sumario.
La "Casta" en Salud
Mientras los trabajadores de la salud sufren recortes en sus guardias, adicionales y horarios extendidos, el Ministerio de Desarrollo Humano ha creado cinco nuevas subsecretarías y más de veinte direcciones, todas con roles mayoritariamente administrativos. Esta medida ha sido duramente criticada porque, mientras se despide a enfermeros y personal de primera línea, se contrata disimuladamente a personal jerárquico con sueldos privilegiados.
Estos subsecretarios y directores disfrutan de haberes que pueden superar los seis millones de pesos, incluyendo viáticos, vales de nafta, gastos protocolares y vehículos oficiales. Tal desproporción en el trato ha generado un gran malestar entre los trabajadores del sector salud.
Además, el Ministerio ha empezado a contratar médicos venezolanos para cubrir puestos en el interior de la provincia. Esta medida se ha adoptado debido a que muchos profesionales locales rechazan las condiciones laborales precarias y la explotación a la que se verían sometidos.
El malestar en el sistema de salud se agrava con la existencia de una gran cantidad de directores que dependen de las numerosas subsecretarías. Estos directores también disfrutan de sueldos y beneficios similares a los de los subsecretarios, lo que genera una estructura administrativa excesivamente inflada y costosa.
La Instauración de una "Policía" de la Salud
En un giro alarmante respecto a la persecución ideológica que ya se daba con los despidos, el Ministerio de Desarrollo Humano ha establecido una nueva dependencia mediante la Resolución 2075/24: el área de Auditoría del Ministerio de Desarrollo Humano.
Esta entidad, que operará bajo la Subsecretaría de Coordinación y Control, tiene como objetivo supervisar (o, según los críticos, perseguir) al personal de salud y la medida se percibe como un intento más de infundir temor entre los empleados, quienes ya se sienten impotentes para protestar contra los recortes salariales y las extensiones de sus jornadas laborales.
Implicaciones y Reacciones
La situación en el Ministerio de Desarrollo Humano de Formosa es una muestra de la complejidad y los desafíos que enfrenta la gestión pública en el ámbito de la salud. Mientras se promueve una imagen de excelencia y compromiso con la salud pública, las acciones recientes han demostrado una desconexión significativa entre el discurso oficial y la realidad que viven los trabajadores y los usuarios del sistema de salud.
El impacto de estos recortes y la creación de nuevas estructuras administrativas ha sido devastador para la moral del personal de salud. La sensación de injusticia y la falta de transparencia en las decisiones del nivel central han generado una crisis de confianza que podría tener consecuencias aún peores a largo plazo no solo para el sistema de salud, sino también para la estabilidad social y política de la provincia.
Uniformados: también en hospitales
El panorama actual del Ministerio de Desarrollo Humano en Formosa es preocupante. Las medidas adoptadas, lejos de mejorar el sistema de salud, han creado una burocracia innecesaria y costosa que beneficia a unos pocos mientras se desatienden las necesidades de los profesionales de la salud y, por ende, de los ciudadanos.
Faltan médicos en las guardias y sobran funcionarios "vegetando" en las oficinas o "quemando" recursos públicos cuya única función sería salir a "apretar" a trabajadores de la salud en la capital y en el interior de la provincia.
La interpelación del ministro Aníbal Gómez podría ser un paso necesario para esclarecer estas decisiones y buscar soluciones que realmente beneficien al sistema de salud público. Es imperativo que se priorice el bienestar de los trabajadores de la salud y se garantice un sistema eficiente y equitativo que pueda responder adecuadamente a las necesidades de la población.
La actual situación exige una revisión profunda y una acción decidida para corregir las políticas que han llevado a esta crisis. Solo así se podrá restaurar la confianza en el sistema de salud y asegurar que todos los ciudadanos de Formosa tengan acceso a la atención médica de calidad que merecen.
Pero si a cada exposición de la profunda injusticia que viven los trabajadores de "blanco" la mejor respuesta es el "apriete", llenar los hospitales de policías y una lluvia de "memos" con amenazas de sanción que derivarán en la pérdida de las fuentes de trabajo, el malestar lejos de aplacarse, irá en aumento.