La última copa
El reloj de arena ha comenzado el tiempo de descuento, el cual solo fluye en una dirección. Gildo Insfrán se asumía por sobre la ley después de 28 años de gobierno. Ahora tiene 60 días para explicarlo, luego esperará el fallo que podría significar dejar el gobierno en cuatro años.

Gildo Insfrán sabía que para continuar haciendo lo que hacía en la provincia de Formosa, tenía que evitar a toda costa una definición de la Corte Suprema de Justicia respecto de la inconstitucionalidad de la reelección indefinida.
Desde que el óctuple gobernador modificó la Constitución Provincial a fuerza de aprietes, golpes, encarcelamientos y persecuciones casi logra perpetuarse de por vida en la gobernación, teniendo como límite solo el natural ciclo biológico de todo ser humano.
Varias fueron la presentaciones y todas terminaron perdiendo fuerza en el camino con la gestión quirúrgica de los contactos del barbado lagunense que gracias a la telaraña política del PJ y sus abogados casi tan rancios como el partido, lograban cajonear una tras otra las presentaciones que lograban llegar a la última instancia de la justicia federal.
Gildo Insfrán fue uno de los que dió apoyo incondicional al desvarío político de los kirchneristas- Cristina Fernández-, en querer aumentar los componentes del máximo tribunal, primero a 25 miembros – uno por cada provincia-, luego insistir con 15, argumentando la visión nacional. El argumento duró poco, la bandera del federalismo quedo en un cajón.
La actual "estrategia" de su tutora- condenada por corrupción-, que también acompaño el lagunense, con su "alfil ", el senador clorindense José Mayans, fue, pedir un juicio político, para destituir a varios de los componentes de la Corte Suprema.
Es muy probable que Gildo, tendrá que buscar buenos abogados, para convencer a los miembros de la Corte, que la reelección indefinida, no es inconstitucional.
Como dijo Julio César, "la suerte, está echada.
Un modelo impropio
La impunidad garantizada por dinero o por poder, provocaba que según pasaban los años, la provincia de Formosa fuese el modelo de una democracia simulada, donde de manera formal existían y existen los tres poderes de la república, pero en la práctica cada uno de los componentes de dos de los poderes, el judicial y el legislativo que deben controlar al Ejecutivo, fueran absolutamente cooptados por funcionarios puestos "a dedo", por el propio ejecutivo.
En cada uno de los ocho períodos, el barbado lagunense armó a discreción las distintas listas sábanas donde también decidía la reelección de los candidatos más sumisos y útiles manteniendo un cupo para jugar a la democracia dentro de un teatro denominado, "Congreso del PJ".
De esta manera con una mayoría de 20 legisladores sobre 10 de la oposición, el eterno residente del quinto piso pulverizó la vida política en la Honorable Legislatura Provincial.
No solo redujo a cero el poder de la primera minoría convirtiéndola en algo inofensivo, hasta dejarla sin fuerza sino además volviéndola funcional. Condenándolos a participar en más de un cuarto de siglo, siempre aspirando solo a ser la primera minoría por los cargos a sueldo.
El poder enajena
No hubo en esta cantidad de años, un solo proyecto de los presentados por esa primera minoría que fuera aprobado y en sentido hegemónico, la oposición también se acomodó a los eternos vicios del feudo. Le tomaron el gusto a cobrar sin trabajar, pasando la misma costumbre del oficialismo a todos sus empleados "ñoquis".
De hecho la reelección se volvió algo normal en la oposición encerrándolos en una contradicción sin salvedad, otro logro del propio Insfrán.
Y en ese mismo abismo de deterioro institucional, ni siquiera los diputados del gildismo presentaban o presentan proyectos propios, todos vienen envasados del quinto piso y se votan sin modificar una coma.
El diagnóstico es claro, en la Legislatura Provincial y su inactividad se ve perfectamente el daño de la reelección indefinida puesto que transformó un templo del debate de las ideas políticas para mejorar la vida de la gente, en un cementerio de ideas.
Con este "coma inducido" de la vida ciudadana en la cámara de representantes, todas las regiones de la provincia, representadas o no perdieron su voz, salvo por supuesto aquellos sectores que se mantenían en estado de gracia del señor feudal.
Con el Poder Legislativo disciplinado y una oposición haciendo ataques sin poder real, aquellos a los que poco les importa la fundamentación de las presentaciones lejanas en la Corte Suprema, saben que el otro poder a acudir para pedir auxilio, es precisamente la justicia, en una instancia natural, la justicia provincial.
En este otro pilar de equilibrio de la república, la mecánica es similar pero más sencilla que depender de elecciones para llenar los cargos como en la legislatura (escribanía de gobierno). En el lapso de 28 años, el poder del eterno residente del quinto piso, digita no solo cada uno de los fiscales, jueces, ministros sino hasta el último empleado, asegurándose su filiación política o caso contrario, dejándolo afuera.
Todos sometidos
Si bien hay una carrera que se basa en concursos, aquellos que deben evaluar y calificar a quienes van a ir como candidatos a jueces o fiscales, los envía el Consejo de la Magistratura que no es más que otro estamento cooptado por el gobierno como el Colegio de Abogados de donde salen todos los magistrados y profesionales de la matrícula.
Imposible pasar por el tamiz ideológico de una máquina de discriminar y perseguir opositores o libre pensadores.
De hecho, es innumerable la cantidad de jueces militantes, aportantes y afiliados al PJ, incompatibles por parentesco, que fueron nombrados, con la oposición haciendo berrinche en la Legislatura.
Pasan los años y en causas donde el gobierno provincial está comprometido, demuestran obscenamente la sumisión y obediencia por la cual fueron nombrados. A los enemigos, ni justicia decía Perón.
Modelo de pobreza
En este rápido recorrido, llegamos al Poder Ejecutivo, columna vertebral de la prepotencia gildista. Desde este monstruo estatal, financiado en un 96% con recursos fuera de la provincia, se han perfeccionado durante años, todas las técnicas de un aparato que funciona sintéticamente a fuerza de la "billetera y el látigo".
Desde este lugar, el "modelo formoseño" ha logrado generar la única industria cultural que ha crecido desproporcionadamente, oculta por estadísticas manipuladas con complicidad de los gobiernos nacionales, el empleo público.
70% de la población económicamente activa depende de los bajos ingresos que paga el estado de manera indirecta o directa y una pequeña minoría, alrededor de 2 mil familias, se han enriquecido hasta inflamarse, con los negociados que hace años forman la única actividad económica en crecimiento, con la vista gorda de todos los organismo de control, también con funcionarios puestos a dedo (léase Tribunal de Cuentas) .
Instrumento electivo
En el "Ejecutivo" se han adaptado casi a la perfección las herramientas de control social que permiten una guarnición de pobres que en cada elección marchan, bajo la mirada de punteros políticos, a depositar el voto al gran capitán.
Salud pública donde no solo promocionan un sistema de propaganda, sino que además los negocios se realizan de manera impune, favoreciendo siempre a los propios ministros en ejercicio y eternizados.
Educación, la herramienta que tiene a militantes sin trayectoria como rectores del grosero adoctrinamiento, desde el nivel inicial, la primaria, la secundaria y ahora con una universidad provincial para cerrar el ciclo.
Si todo esto no funciona, está la policía de la provincia, verdadera fuerza de choque del gildismo que reprime en forma brutal, como aquel 5 de marzo o que deja la zona liberada para que actúen las patotas sin uniforme.
Sería interminable la cantidad de ejemplos, que le dan cuerpo a la destrucción de las instituciones que de manera sistemática han sido intervenidas durante la eternización del poder de Insfrán.
La ultima ficha
Por lo tanto, probablemente los términos jurídicos sean complicados para explicar cómo las reelecciones indefinidas dañan la república y son inconstitucionales o como una Constitución Provincial viola la Constitución Nacional,sin embargo quien haya vivido 40 años en el gobierno de Gildo Insfrán sabe lo que significa.
El modelo de perpetuidad tiene fecha de vencimiento. Aquel que se creía por sobre las leyes, hoy deberá someterse a las mismas. Aquel que creía que lo sacarían con los pies por delante del quinto piso, muy probablemente esté transitando los últimos cuatro años como gobernador.
Seguramente tendrá una estrategia pero era una estrategia que nunca fue pensada para ser tomada en serio.
A partir de ahora al eterno residente del quinto piso le han puesto plazo. Tiene 60 días para explicar lo inexplicable, luego deberá esperar el fallo de la Corte Suprema. Corte Suprema que lo tuvo que soportar junto a la ofensiva de los kirchneristas, que pidieron la destitución de sus miembros, solo para defender los privilegios y la impunidad.