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comentario politico semanal

El silencio cómplice

El sindicalismo en la provincia de Formosa está silenciado desde que Insfrán es gobierno,  por lo que difícilmente si hubiera alguna queja respecto de los bajos sueldos vendrían de ese sector.

Esto recién comienza. La protesta de los judiciales, podría contagiar a los gremios más cuantiosos. Los de la salud, de los docentes y los de la policía, murmuran y discurren bronca, por ahora, sin protestar.

Este silencio no solo abarca la inexistencia de paritarias en todos los sectores sino que además, la tarea de los gremialistas con eterna licencia, ingresos y negocios garantizados por el quinto piso, pasa ahora por sacar de agenda de manera absoluta la discusión de un aumento salarial.

Salvo excepciones como la protesta de los judiciales, que de alguna manera logran tener una mejor situación salarial, algunos sectores son atendidos debidos no solo a una mejor cohesión y convocatoria respecto de la defensa de sus ingresos sino a la importancia de su desempeño en la administración pública.

 

La vigilancia social como herramienta

¿Hay trabajos públicos más efectivos para el modelo formoseño? Sin lugar a dudas que aquellos que favorecen al control social, por eso no es difícil concluir porque Gildo cede ante la presión de determinados sectores que ostensiblemente tienen sueldos más aceptables que los 280 mil pesos de bolsillo del promedio. El resto, como lo considerara un ex diputado nacional justicialista formoseño, es un "subsidio al desempleo" con el que el óctuple gobernador "maquilla", valga la redundancia, el desempleo en el sector privado.

Aún demostrada la utilidad de algunos rubros por sobre la mayoría del resto, el malestar por no percibir una remuneración acorde al trabajo se pone de manifiesto cuando algunos referentes gremiales, tienen vestigios de honestidad intelectual, sin embargo la gran mayoría se dedica a pasarla bien y cuando consultan a alguien, es a la "Patronal".

Es así, que en 30 años y más del mismo gobierno peronista, no solo han sabido cooptar a "arreadores" de la voluntad popular a sueldo sino que también ha logrado alterar el orden de los valores que constituyen pilares en la autodeterminación de las personas y por consecuencia de los pueblos.

La industria cultural del "modelo formoseño", ha sabido convencer al inconsciente colectivo que al perder el trabajo en el empleo público, se termina el mundo, aún con los sueldos bajos que se pagan. Que lo más "estable" es tener un "carguito" para el gobierno y lo peor, que el valor "ideal" del trabajo, es el que discrecionalmente fija el gobierno local, por lo que sin entrar en mayores construcciones sociológicas, la cultura del trabajo en Formosa es un bucle del fracaso, por eso se ha perdido durante tantos años de feudalismo.

El trabajo "estable" que provee el estado provincial, con obra social y aportes jubilatorios (en el mejor de los casos) tiene poco valor porque el salario no alcanza para cubrir la Canasta Básica, peor aún, en los municipios no alcanza para poder "comer". En consecuencia el trabajo que debería dignificar a la persona, lo vuelve en razón del pago, una persona indigna porque aun trabajando "en blanco" (también en el mejor de los casos) el dinero no alcanza.

La culpa la tiene Milei

Al recorrer los indicadores del desempleo, cualquier persona que sepa sumar y restar, puede encontrar una burda manipulación de las estadísticas que el INDEC toma como ciertas, ya que Insfrán ha logrado milagrosamente un fenómeno estadístico único en el planeta tierra: bajar un 25% de un año a otro la pobreza, cuando lo máximo a que se puede aspirar con las mejores políticas para corregir este flagelo es de un 5% de manera anual.

"Que la realidad no te arruine una buena nota" dirían aquellos que ejercen el periodismo a conveniencia y lo mismo parecería haber ocurrido con la estrategia del eterno residente del quinto piso, que a razón de no mejorar la calidad de vida de todos los formoseños sino todo lo contrario, optó por dibujar las estadísticas.

Cuando el INDEC repite que en Formosa hay un 25% de la población empleada en la administración pública, por datos del propio gobierno del barbado lagunense, otras ONG nacionales asumen la dependencia del 70% de la población de un ingreso del estado. Si dibujamos las estadísticas, dibujamos el presupuesto y los gastos públicos ¿Por qué no dibujar toda la realidad completa?

Mecanismo aplicado

Si todos tienen bajos salarios, digamos que el reparto de la riqueza es equitativo pero en realidad hablamos de reparto de la pobreza, aun cuando una "casta" privilegiada sea millonaria con ingresos públicos.

Llevemos la frustración de los trabajadores estatales hacia otro lado, inauguremos edificios, concentremos la atención en la salud pública. Mostremos que somos responsables con la hacienda pública y que la razón por la cual no hay aumentos en los sueldos es por pura responsabilidad del conductor del modelo. No hay más para repartir, al menos para los pobres.

Si todo eso no alcanza y hay un gobierno opositor al modelo en la Casa Rosada, viene justo porque la culpa va directamente hacia allá. Todo lo que suceda en la provincia es por causa del gobierno nacional. Macri, Milei o el que sea.

Bombardeemos la frustración de la gente con postulados de panfleto, apelemos a los lugares comunes del peronismo, unidad, igualdad, justicia social, etc. Y si todo eso no resulta utilicemos el miedo como herramienta coercitiva. Si resultó durante ocho períodos ¿Para qué cambiar la estrategia? No se cambia el equipo si viene ganando.

Sacar el foco de lo que importa

Las únicas estadísticas que se corresponden con la realidad son las del mercado formal de empleo, el resto es ficción. Es obvio que con la caída del consumo, el final de la fiesta de la obra pública y la devaluación de la moneda las consecuencias se verían directamente reflejadas en el empleo privado y Formosa ha tenido el porcentaje más alto de todo el país en el transcurso de un mes en pérdida de puestos registrados.

Pero el éxodo de jóvenes sin futuro no es algo que le preocupe al óctuple gobernador, sino seguir manteniendo las transacciones que durante décadas volvió millonaria a la casta formoseñaMientras, distrae al formoseño de cómo el "carrito" del supermercado viene cada vez más vacío.

Según Insfrán, la provincia de Formosa está siendo perjudicada con saña por parte del gobierno nacional. En el gobierno de Macri decía que la "marginaban" del resto de las provincias.

Con la pobreza deteriorando de manera creciente el tejido social de la provincia durante todos los períodos en más de un cuarto de siglo, solamente el aparato de propaganda del gobernador formoseño, puede creer que la crisis degradante no solo de los empleados públicos, sino de todos los comprovincianos, tiene a los responsables fuera de la provincia.

Todos están dentro del mapa de la provincia, y responden al quinto piso,  mientras tanto, utilizan las mismas técnicas de años para mantenerse en el poder.