Un vertiginoso progreso político
La modernidad "liquida" del peronismo invita a Insfrán a transformarse de nuevo, ya no es conveniente para Gildo una postura intransigente por lo que veremos al senador, Miguel Mayans y los otros legisladores por Formosa, apoyando la gobernabilidad y el paquete de medidas que llegará al Congreso ni bien asuma el libertario.

Los días que van pasando desde el triunfo del presidente electo, Javier Milei, hasta su efectiva asunción la semana entrante, parecen transcurrir en cámara lenta.
Las designaciones en los cargos son una constante vorágine de versiones periodísticas que terminan siendo confirmadas o descartadas antes del efectivo ejercicio de autoridades en el ejecutivo nacional.
De manera desproporcionada, la imagen de uno u otro candidato a ocupar un puesto en el gabinete del "Peluca" se erosionan a la velocidad de un meteorito, entrando a la atmósfera, tan solo por referencias o por la picadora de carne de la opinión pública.
Lo desequilibrado, es que ninguno ha asumido todavía y mucho menos tomado decisiones porque el nuevo mandato constitucional empieza recién el 10 de diciembre.
¿Y por casa cómo andamos?
Los legisladores nacionales por la mayoría del PJ gildista y la minoría de La Libertad Avanza, salvo por la continua presencia del senador por Formosa en la agenda nacional, Francisco Paoltroni, entraron en una especie de letargo.
Nada nuevo en el oficialismo de cabotaje que espera instrucciones del quinto piso para ver hasta que camisa se ponen.
Pero la densa calma del pejotismo local, hace presuponer la actitud que tendrá el óctuple gobernador de Formosa hacia el nuevo gobierno. Algunas noticias le caen muy mal y otras muy bien en la danza de funcionarios que van tomando cuerpo en el gabinete.
Una de las noticias que le cae bien es la supuesta designación de Rodolfo Barra, como procurador del Tesoro. Es un ex funcionario menemista de mucha relevancia, con un pasado violento de militante nazi.
Barra cumplió la misión de encontrar argumentos en el ordenamiento legal durante el gobierno de Carlos Menem, pero desde la Corte Suprema de Justicia, entre abril de 1990 y diciembre de 1993, y desde el Ministerio de Justicia, entre junio de 1994 y julio de 1996.
Como ministro del alto tribunal, pasaron por sus manos expedientes sensibles, como los casos del "narcogate", el escándalo por lavado de dinero que rozó a varias figuras cercanas al poder en ese tiempo. Tuvo cruces con el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, por el pago de sentencias contra el Estado. El entonces hombre fuerte del gobierno menemista lo responsabilizó por la falta de avances en la causa que llevaba la Corte para investigar el atentado contra la embajada de Israel.
Fue convencional en la Reforma Constitucional de 1994, en la que se aprobó la reelección presidencial. Dos años después dejó el ministerio, en medio de acusaciones por una presunta participación "en el movimiento nacionalista Tacuara, con tendencias próximas al nazismo", como difundió en ese momento Página 12 y recordó en las últimas horas el Foro Argentino contra el Antisemitismo, al cuestionar la flamante designación como procurador del Tesoro.
Defendiendo la autonomía de la reelección eterna
Cuando el diputado nacional, Fernando Carbajal y otros legisladores de la oposición plantearon la inconstitucionalidad de la reelección indefinida en la Corte Suprema de Justicia, la fiscal de Gildo Insfrán, Stella Maris Zabala impulsó una contramedida que llevaba la firma del constitucionalista Rodolfo Barra.
El escrito dirigido al Máximo Tribunal afirmaba que no correspondía intervención federal en el proceso de elecciones de la provincia y remarcaba la defensa de la autonomía provincial.
En esa línea, sostenía que se debía respetar las normas dictadas por los mecanismos democráticos establecidos en la Constitución provincial (CP) y citó dos casos en los que la Corte se declaró incompetente en materia electoral. Después como la Corte dejó dormir los planteos y de hecho siguen durmiendo prolijamente encajonados, la cuestión quedó en el limbo e Insfrán está a punto de iniciar su óctuple mandato.
Toda esta explicación es para detallar, que a los antecedentes negativos de Rodolfo Barra, se suma que fue abogado nada menos de Insfrán para defender la reelección indefinida.
Esta situación le devolvió la sonrisa al barbado lagunense porque nuevamente tendría un nexo poderoso con un gobierno hostil. Lo mismo pasaba con Rogelio Frigerio en el gobierno de Macri. Sin embargo, el "amigo de la casa" no está definido ante el rechazo del nombramiento de Barra por parte de la comunidad judía.
Una de cal y otra de arena
El nombramiento en el Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, vuelve a sacarle la sonrisa al eterno residente del quinto piso porque queda al alcance de los funcionarios nacionales de la "Pato", encargados de controlar la frontera, principal ingreso comercial ilegal y de un ejército de votantes extranjeros.
El escenario sería el de una frontera controlada, totalmente distinta a la que hoy es casi una zona liberada a la droga, "inexorablemente" como afirma la ex jueza federal subrogante, Zunilda Niremperger, con complicidad del estado.
La vuelta de la vida
Por otra parte, él senador por La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, asumiría la presidencia provisional del senado de la Nación de mantenerse lo declarado por el Ministro del Interior del gobierno de Milei, Guillermo Francos y tendrá una relevancia superlativa en la negociación no solo con las provincias y sus referentes directos sino particularmente con los senadores del gildismo, con quien confrontó durante toda la campaña al punto que atentaron contra sus emprendimientos agrícolas. Los reclamos por la titularidad de sus campos y el pedido de la conexión de energía eléctrica a su establecimiento, fue categórica y públicamente fueron negados por Gildo Insfrán.
El lagunense sabe que tiene que negociar los cuatro años que vienen, ya no tiene asidero cavar trincheras "mentirosas" porque esta vez sencillamente, "se acabó la plata". Se la gastaron él y sus compañeros peronistas en campaña.
No hay plata
La provincia puede asumir el pago del medio aguinaldo y algunos meses de sueldo del año 2024 pero tendrá que padecer los más de 6 mil millones de pesos que la quita del impuesto a las ganancias de manera sucesiva, resuelto por el eclipsado, Sergio Massa, quien recortó la coparticipación a las provincias.
La plata manda e Insfrán lo sabe. Si hay que recortar, para él están los sueldos de los empleados públicos, la obra pública paralizada, el aumento de impuestos en Rentas, ir por los negocios privados que rinden y tantas otras estrategias que el feudal, viene aplicando desde que es gobierno.
La modernidad "liquida" del peronismo lo invita a transformarse de nuevo, ya no es conveniente para Gildo una postura intransigente por lo que veremos al senador, Miguel Mayans y los otros legisladores por Formosa, apoyando la gobernabilidad y el paquete de medidas que llegará al Congreso ni bien asuma el libertario.