Ignorar los problemas
Los gobiernos de Paraguay, Brasil, Bolivia y Uruguay le han reclamado a la Argentina que desista de cobrar un peaje en el tramo Santa Fe Norte de la Vía de Navegación Troncal (VNT) de los ríos Paraná y Paraguay.

De manera improvisada, tratando de generar una "nueva caja" para la campaña, el gobierno del "Ministro Presidente" y candidato a Presidente, Sergio Massa, decidió aplicar de manera unilateral, el cobro de un peaje de 1,47 dólares por tonelada de registro neto al transporte fluvial que circule por el tramo comprendido entre el puerto de Santa Fe y la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná.
Una costumbre
Si el kirchnerismo tiene abiertos frentes de batallas incontables de cara a las elecciones nacionales, generó otro con los paraguayos que claramente reaccionaron, tomando como represalia, primero, abrir de forma unilateral al máximo el vertedero de Aña Cuá y dejó correr el agua que se necesita para hacer funcionar la represa de Yacyretá, vaciando parcialmente el embalse y luego venderle la energía al Brasil, suspendiendo la provisión a la Argentina de la energía producida del lado paraguayo del EBY.
El presidente paraguayo, Santiago Peña, anunció que pediría un arbitraje internacional, acompañado por los gobiernos de sus países vecinos, para resolver la polémica desatada por el cobro de peajes en la Hidrovía Paraná-Paraguay, uno de los principales canales logísticos empleados por los países que componen este sistema fluvial.
Buscando con quien litigar
La razón es la violación de un acuerdo de Transporte Fluvial por la Hidrovía Paraná Paraguay, suscripto en 1994 donde los países firmantes reconocen la libertad de navegación en toda la Hidrovía de todas las embarcaciones con sus respectivas banderas, sin impuestos o gravamen alguno sobre sus cargamentos, salvo las estipuladas para la importación, exportación y tasas por los servicios prestado.
Pero claro, se toparon con un país poco serio y un gobierno menos serio todavía ya que el kirchnerismo es un incumplidor serial de las leyes en pleno trance hacia una derrota electoral y en el camino desesperadamente necesita recursos para repartir en la campaña.
Daños colaterales
Este conflicto tuvo sus "esquirlas", cuando en la frontera del Complejo San Ignacio de Loyola, de lado paraguayo no permitieron el paso ni siquiera de las mercaderías del normal tránsito vecinal entre Formosa y Paraguay.
Los comerciantes que viven de la frontera se manifestaron y fueron reprimidos por la policía, marcando la firme decisión del gobierno paraguayo de no ceder un centímetro ante un gobierno argentino de salida.
Sin embargo la situación más grave se dio cuando 20 camiones de gas licuado fueron retenidos en Puerto Pilcomayo, Clorinda, sin que hubiera una razón formal para impedirles el paso a través de las balsas durante días, hasta que finalmente se expuso una investigación por subfacturación de las exportaciones de gas y una multa de casi tres millones de dólares que por supuesto recaudaría el gobierno para la campaña. Más caja chica para la campaña.
Lo cierto es que ante la peligrosidad de la carga y las temperaturas de más de 40 grados, algunos camiones pasaron. Otros estuvieron una semana y los últimos pasaron este sábado hacia la ciudad de Asunción en Paraguay.
Convidado de piedra
El óctuple gobernador de Formosa, participó hace poco más de un mes del Consejo Federal de la Hidrovia que la componen todos los gobernadores por donde la ruta fluvial internacional pasa.
Lo curioso es que más allá del discurso de la importancia de la inclusión de las provincias del NEA y del Canal Magdalena a la vía navegable troncal, para que la Administración General de Puertos ejecute también obras de balizamiento, señalización y dragado de las vías navegables secundarias y sus accesos en las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes y Misiones, al eterno residente del quinto piso, ni lo consultan para las decisiones que toma el gobierno nacional.
Otro relato.
Lo cierto es que con un puerto local que sirve como arbolito de navidad, debido a una grúa importada que está de adorno y que se ha derrumbado en un par de oportunidades y el relato de Insfrán respecto de que la Hidrovía Paraná-Paraguay tiene una importancia estratégica para el desarrollo federal equitativo de nuestro país y de la provincia, ya cumple casi la misma cantidad de reelecciones que él tiene.
Nadie le cree y tampoco nadie lo consulta pero el da discursos de la necesidad de crear una flota mercante nacional y el ejercicio de la soberanía nacional sobre la hidrovía.
El barbado lagunense no dijo una sola palabra respecto del conflicto con el Paraguay porque la única relación que tiene Formosa con la hidrovia, es la avenida costanera, que sirve como platea preferencial para ver como los países limítrofes y provincias que la usan, negocian millones y los formoseños aplauden. Claro, primero tendría que haber una producción para exportar, los barcos llegan después (si hubiera puertos).
Poco interés.
Pero si hay algo que caracteriza el más de medio siglo de Insfrán, es la absoluta desidia para incentivar la inversión o generar con el Paraguay, negocios que hicieran crecer el interés por instalarse en Formosa.
Nunca se interesó por generar puentes internacionales. Nunca explotó el único puerto (que básicamente no sirve). Tampoco impulso una zona franca aduanera, o un comercio fronterizo con exenciones impositivas.
De hecho la empresa que explota el servicio de balsas, trajo una de las embarcaciones porque había una posibilidad de iniciar el cruce con balsas a Alberdi. Estuvo un año atracada en la localidad paraguaya y luego volvió hacia Asunción.
Insfrán ha hecho poco o nada en 30 años de su gestión para ordenar el comercio informal de la frontera y la excusa es que el territorio es de carácter nacional pero tuvo innumerables oportunidades de generar para los formoseños, oportunidades de todo tipo respecto de la ubicación geográfica de privilegio en la región.
Hoy hace la vista gorda con lo que sucede en la frontera porque está más preocupado por la derrota del kirchnersimo y porque cualquiera de los candidatos de la oposición, le traerá dolores de cabeza con los únicos fondos que ha administrado siempre, los fondos que vienen de la Nación.
Por eso hoy el gobernador de Formosa, en donde hay una tensión creciente con el Paraguay, ni siquiera le presta atención. Nunca vio la frontera como una potencial fuente de crecimiento, siempre esperó los millones de la Coparticipación.