Los principales empresarios lanzan un paquete de doce propuestas: un mensaje contundente de cara a las elecciones
Son iniciativas de la Asociación Empresaria Argentina y que abarcan desde el llamado a fortalecer las instituciones, el respeto a la propiedad y la necesidad de diálogo.

En lo que es el camino a las elecciones del 22 de octubre, la Asociación Empresaria Argentina (AEA) que nuclea a los dueños y altos ejecutivos de las empresas más importantes del país, lanzó un documento que con sus 12 iniciativas no sólo es un llamado de atención a los candidatos.
Tras describir la prolongada crisis actual, con una Argentina como el país de peor desempeño entre sus vecinos, AEA advierte lo que debería considerar la agenda política.
"En un año en el que se celebran elecciones de autoridades políticas que dirigirán los destinos del país, AEA quiere compartir con la sociedad su convicción más profunda: que el desarrollo económico y social de la Argentina depende de que puedan movilizarse plenamente las potencialidades y energías del sector privado".
Y así argumenta que las empresas son las principales generadoras de empleo, las que producen bienes y servicios y exportan generando divisas . "Son las empresas las que, junto con los ciudadanos, sostienen a través de impuestos el funcionamiento del Estado. Sin empresas no hay país".
La primera iniciativa es el respeto y fortalecimiento de las instituciones. "Todos los países exitosos han basado su desarrollo en instituciones sanas y fuertes. El desarrollo sostenido requiere un marco institucional y legal sólido y previsible, en todos los niveles de gobierno. Es fundamental el rol que desempeña el Poder Judicial, y en particular, la Corte Suprema garante de los derechos fundamentales establecidos por nuestra Constitución. También menciona el fortalecimiento de los medios de comunicación independientes del poder político.
Aquí los otros puntos:
Estabilizar la economía y equilibrar las cuentas públicas. La regla de oro en el fortalecimiento de las instituciones económicas consiste en consolidar una macroeconomía estable y previsible, cuyo centro vital es la legitimidad de la moneda. Ello significa implementar políticas fiscales y monetarias consistentes. En el terreno fiscal, es imprescindible equilibrar las cuentas públicas tradicionalmente deficitarias. Una política monetaria responsable a cargo de un Banco Central independiente.
Garantizar la previsibilidad y estabilidad de las reglas de juego. El desenvolvimiento de los negocios en la Argentina, así como la puesta en marcha de proyectos de inversión requieren necesariamente un marco de previsibilidad y estabilidad de las reglas de juego. El derecho de propiedad de las empresas sobre su patrimonio y sus ganancias es fundamental para el desarrollo del país.
Reducir la muy elevada presión tributaria. La presión tributaria sobre el sector formal ha crecido exponencialmente en las últimas décadas, muy por encima de la de otros países de la región y ha alcanzado un nivel elevadísimo. Es imprescindible reducirla.
Reconocer y valorar el sentido de la rentabilidad y la inversión. En un capitalismo moderno, la expectativa de rentabilidad es el motor de todas las inversiones productivas.
Asegurar la libertad de precios en un marco competitivo. Su manipulación arbitraria genera incertidumbre para la actividad empresaria, e inhibe el planeamiento de nuevas inversiones productivas.
Crear y preservar empleos formales. Para favorecer la creación y mantenimiento de los empleos en el sector privado formal es imprescindible adoptar todas las medidas que faciliten la incorporación de trabajadores por parte de las empresas.
Canalizar el ahorro nacional por el sistema financiero y el mercado de capitales. Debe promoverse el aumento sostenido del ahorro de la población asegurando estabilidad macroeconómica y el afianzamiento de la confianza en lo jurídico como garante de los derechos de propiedad.
Impulsar las exportaciones. Deben eliminarse las distorsiones y limitaciones en la actividad exportadora, así como aumentar genuinamente la competitividad de toda nuestra producción, de modo de fortalecer la capacidad de las empresas locales para defender sus posiciones en los mercados internacionales. Los impuestos que gravan las exportaciones son particularmente negativos para el crecimiento económico.
Establecer marcos regulatorios que promuevan inversiones. Para avanzar hacia un desarrollo federal más equilibrado, Argentina requiere de importantes inversiones en infraestructura que reduzcan los elevados costos logísticos y vuelvan más competitivas las producciones regionales. El Estado debe favorecer la más plena participación de las empresas privadas en este campo.
Garantizar una educación de calidad para todos. La educación es la base de la igualdad de oportunidades y al mismo tiempo la fuente última de nuestra competitividad. Debemos garantizar la inclusión de todos los niños y niñas, cualquiera sea el nivel de ingreso de sus familias, en un sistema educativo de alta calidad.
Promover el diálogo entre la dirigencia política y la dirigencia empresarial. Debe promoverse un ejercicio permanente e intenso de diálogo, estableciendo hábitos, prácticas y ámbitos institucionales.
(Clarín)