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comentario politico semanal

Insfrán quiere militantes, no jóvenes libres, críticos y con capacidad para valerse por sí mismos para perseguir sus sueños

El gobierno de Insfrán apela a cualquier recurso para modificar el curso de la historia. El IPP y los colegios del sistema educativo se volverán centros de adoctrinamiento para jóvenes en edad de votar. No les interesa construir ciudadanía, les interesa conseguir militantes.

Con un gobernador completamente superado, inclusive con el aparato del PJ funcionando al 100% financiado sin límites por los recursos públicos, los números le siguen siendo esquivos respecto de la ola violeta que se afianza en la provincia de Formosa.

El óctuple gobernador de Formosa no puede controlar lo que pasa dentro de la provincia por un fenómeno social que viene desde afuera de los límites de su poderío feudal.

Lo curioso es que él eterno residente del quinto piso, ya tiene asegurado el posicionar sus territorios, con una nueva victoria para el candidato que proponga el kirchnerismo. No importa que ese candidato, hace unos años lo haya tratado de tirano y que haya prometido acabar con gobiernos como los de él.

Pero los delirios mesiánicos del barbado lagunense hoy pasan, no solo por imponer a la mayoría los candidatos que el propone sino también, imponer los candidatos de la oposición que el día de mañana sean más amigables. Es decir como viene ocurriendo desde que es gobierno.

Lamentablemente, a mayor opresión respecto de controlar cada espacio, donde llega el estado deforme provincial, mayor es la obstinación por votar violeta en los espacios peronistas.

¿Por qué los pobres votan a un candidato de la "ultraderecha"? significó Insfrán enojado en sus operativos de campaña, disfrazados de solidarios. "Ese señor, si se lo puede llamar señor" fue la etiqueta que uso para descalificar a Milei, en uno de los discursos desaforados de un político que pierde el control de sus propios militantes.

Hoy la legión de parapoliciales gildistas, revisa milímetro por milímetro, a los empleados del estado provincial, las redes sociales, los colores de ropa que usan. Inclusive hasta se censuraron colores identitarios de los espacios opositores en edificios públicos y educativos.

Increíble pero real, aunque la locura oficialista no termina allí. Se ha profundizado de manera grosera el adoctrinamiento de los maestros y profesores del sistema educativo público o privado, con la excusa de los seminarios del "Modelo Formoseño" y en la semana que entra, estos "docentes" se encargarían de "taladrar" la cabecita de los adolescentes en edad de emitir el voto, para relatarles lo terrorífico de votar a la "derecha".

Ya ni siquiera lo harían en las propias escuelas sino que los llevarían al IPP (Instituto Pedagógico Provincial) para "lavarles" el cerebro para que no voten otra cosa que no sea al Ministro de Economía del fracaso y candidato a presidente por la "Unión por la Patria".

¿Y los docentes?

Mal pagos, con un aumento insuficiente en curso, con gremios enriquecidos por el gobierno que los han abandonado hace mucho tiempo, son ellos los que están por iniciar una campaña de emergencia para llevar en tiempo "express" un plan sistemático, que ni siquiera se ha adaptado a los contenidos sino que se trata de adoctrinamiento puro y duro, sin que importe el nivel de maduración o el pensamiento de los jóvenes.

La apropiación de conocimiento será sencillamente reemplazada para los adolescentes, tal cual "carne" electoral, por panfletos partidarios y por la manipulación para "ideologizarlos" en beneficio del candidato del pejotismo.

En la provincia de Formosa donde solo el 5% de los estudiantes termina el secundario a tiempo y con los aprendizajes esperados, el gobierno de Gildo Insfrán, está más preocupado porque no le voten a Javier Milei y la Libertad Avanza.

La preocupación del gobierno provincial deberían ser los chicos de la provincia que no logran terminar la escuela secundaria y, quienes la finalizan, lo hacen sin los niveles mínimos de conocimientos que les permitan integrarse a un mercado laboral cada vez más competitivo y complejo.

Pero el autoritarismo, solo piensa a nuestros hijos como carne de cañón para la militancia: no les importa su educación, su futuro ni su libertad. Quieren militantes, no jóvenes libres, críticos y con capacidad para valerse por sí mismos y perseguir sus sueños.

Este sistemático programa que se viene desarrollando en el IPP por "docentes" rentados, fanáticos y militantes, contrariamente les repite hasta el cansancio a los que asisten a estos cursos partidarios que solo el modelo formoseño y sus candidatos son sinónimos de la democracia y todo lo que se oponga a él es la continuación de las políticas de la dictadura, corresponsables del horror de los años más oscuros. Una verdadera locura manipuladora y peligrosa y que representa la negación misma de la democracia republicana.

No les importa que a los 17 años un chico no pueda interpretar un texto, mucho menos producir otro, ni resolver un cálculo básico, hipotecando su futuro. Lo que quieren de los chicos son sus votos. Y de los más despiertos  políticamente esperan que sean propaladores de los postulados anacrónicos y vacíos del pejotismo. Nada más.

Hoy el eterno residente del quinto piso, lleva la jugada desesperada por mantener todo igual en la provincia (el oficialismo y la oposición) a las aulas donde quiere asegurar su supervivencia porque está perdiendo la batalla más importante, la que ha descuidado por su inmensa soberbia sabiéndose poderoso, la batalla por la apropiación de sentido.

A los jóvenes sin proyectos, sin un horizonte de futuro, sin trabajo, con familias dependientes de planes sociales, los discurso "huecos" de Insfrán sobre desarrollo les resultan delirantes y sin el mínimo sentido, por lo que por fuera del sometimiento de sus adultos, han empezado a autoconstruirse ciudadanía, a hacer respetar sus derechos y libertades fundamentales. Aunque ni ellos mismos sean conscientes de ello.

Los chicos ya no se confunden con posturas revolucionarias de funcionarios enriquecidos en la función pública que llegan a mentirles en camionetas 4x4 lujosas, con custodia en otros vehículos lujosos y que encima vienen a convencerlos que hay que enfrentar a una supuesta dominación e ideología opresora. Los opresores tratan de convencer a los oprimidos que son "otros" los culpables de su promesa cuando han sido los mismos en un feudalismo de 30 años.

Tratan de inculcarles el desprecio por la iniciativa privada, el emprendedurismo, la meritocracia y todo lo que se acerquen a la concepción empresarial por eso les asustan tanto las ideas liberales y el acercamiento a los ambientes laborales que no sean públicos. Durante años han mantenido al pueblo sometido e ignorante.

El teatro del absurdo

El problema de la "opereta" no es la puesta en escena, que le ha resultado al feudal durante 30 años, el problema es cuando el auditorio sabe que todo es ficción y sencillamente deja de creerle.

No hay dinero que alcance para devolver una construcción de sentido basada en la subjetividad de cada joven como persona y es por eso que el fenómeno también impacta a la clase política que forma parte de la oposición. Es tiempo de que la clase política "se dé cuenta" o le pasarán los hechos sociales por encima.