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La Cámara Primera en lo Criminal

Caso Manuela Barreto: condenaron a 15 años de prisión a la obstetra Mónica Laprovitta

La profesional fue sentenciada por los delitos de homicidio simple con dolo eventual, lesiones gravísimas y estafa. 

Manuela Barreto murió en 2018

La Cámara Primera en lo Criminal de la provincia condenó a 15 años de cárcel a la obstetra Mónica Laprovitta Iguri, tras considerarla penalmente responsable de la muerte de Manuela Barreto y de causarle lesiones gravísimas a cuatro pacientes, durante el tratamiento estético realizado a las mismas entre los meses de octubre y diciembre del año 2018.

La profesional fue sentenciada por los delitos de homicidio simple con dolo eventual, lesiones gravísimas y estafa. En cuanto a los otros cargos por los que llegó a juicio, ejercicio ilegal de la medicina y de una profesión y lesiones leves, los mismos prescribieron durante el desarrollo de la investigación.

El fallo, que aún no está firme, pertenece a las juezas María Viviana Taboada y Lilian Isabel Fernández y al juez Arturo Lisandro Cabral. A través del mismo se analiza minuciosamente la conducta desplegada por Laprovitta Iguri en los cinco casos denunciados e investigados, donde ella tuvo directa intervención en el tratamiento estético a las que sometió a sus pacientes, aplicándole sustancias destinadas al embellecimiento de diferentes partes de su cuerpo.

Como consecuencia de estos procedimientos una de ellas falleció, Manuela Barreto, y otras cuatro terminaron con gravísimas secuelas irreversibles, tanto físicas como psicológicas y estéticas.

El fallo, que es con perspectiva de género, tiene como elemento distintivo el criterio aplicado por el Tribunal, en el sentido de considerar que hubo violencia estética en la conducta desplegada por Laprovitta Iguri, entendiéndose a la misma como una forma de violencia de género, en uno de los casos con consecuencias trágicas y en los otros con un daño irreversible en la salud de cuatro mujeres.

Así también, se tuvo en cuenta que la propia enjuiciada, si bien es mujer (la Defensa planteó la aplicación de perspectiva de género a su respecto), las víctimas son todas mujeres, que recurrieron a un tratamiento estético, que prometía mejorar su aspecto físico, con la ilusión de que, con el pago de una determinada cantidad de dinero, accederían a la mejoría ofrecida por Laprovitta Iguri.