La libertad que escaseó en pandemia, avanza
En un nuevo operativo Por Nuestra Gente Todo, ninguno de los oradores, ni siquiera el propio Insfrán, habló de la desesperante situación económica de los formoseños. La caída en las ventas, la cantidad de locales en alquiler recorriendo tan solo las dos cuadras de la peatonal en el centro de la ciudad capital y ni mencionar la situación en el interior de la provincia.

No hubo anuncio de aumentos para los caídos haberes de los estatales como sí ocurrió por lo menos en dos oportunidades en la provincia de Corrientes, después de las elecciones a gobernador donde se impuso nuevamente, Gustavo Valdés.
El barbado lagunense, estaciona el discurso en combatir el "cuco" de la derecha que viene a destruir los derechos pero, además de inaugurar incontables edificios que benefician directamente a las empresas cartelizadas de obra pública sin que tengan un impacto inmediato en la calidad de vida del formoseño promedio, no ha tomado una sola medida para paliar la crisis de las familias formoseñas.
Astilla del mismo palo.
Les pide a los comprovincianos, votar al peronismo pero a cambio promete tener al candidato, el "voluble", Sergio Massa, del cual se "encargarán de controlar los gobernadores" porque ya pertenece al "corral".
Lejos de la fantasía del gobernador, el peso argentino se ha devaluado cerca del 60% desde que "Tajái" agarró el timón del Ministerio de Economía, por la inflación, por los continuos aumentos del dólar, la especulación y en un reconocimiento del fracaso ante las faltas de políticas económicas por la devaluación de hace dos semanas implementada por el propio gobierno fantasma de Alberto Fernández.
El peso argentino ya no es aceptado por los comerciantes paraguayos en el país vecino por la inestabilidad respecto de cualquier divisa, guaraníes, reales y por supuesto el dólar.
Pero la realidad paralela que se desprende de los discursos para la tribuna del óctuple gobernador y su séquito, es que el ajuste está por venir si el voto enojo se afianza y no prima la cordura para sostener los "derechos" ganados porque sobrevendrán años de mucha pobreza e injusticia para el pueblo.
Parados desde su púlpito, pontifican sobre lo que es mejor, olvidándose que todos los que los escuchan a través de las redes o los canales pagados por todos, están atravesando el ajuste kirchnerista, con una inflación descontrolada y como contraparte una clase política (sobre todo en Formosa) obscenamente enriquecida de lo público.
La zanahoria delante del burro
Con un anticipo brindado a la prensa por parte del Ministro de Economía, Jorge Ibáñez, como si fuera uno de los reyes magos, anunció que estudiarían desde el gobierno, un aumento que se anunciaría para el mes de setiembre.
Pero tomando en cuenta que el salario promedio de bolsillo se estancó en menos de la mitad de la canasta básica total, que hoy se ubica cerca de los 300 mil pesos, solo si Insfrán anunciara un 100% un estatal provincial podría superar la línea de la pobreza.
Los más optimistas, anticipan que el gobernador solo daría un 25% de aumento y tomando en cuenta el salario básico de febrero de este año, con los acostumbrados pagos escalonados.
La derecha?
Una chanza que se anticipa por parte del gobierno, tomando en cuenta sencillamente que el último aumento aplicado a los servicios públicos, como debería serlo el transporte de la ciudad de Formosa, aumentó un 90%. Es decir mientras los precios van por el ascensor (convalidado por el gildismo) los sueldos van por la escalera (también convalidados por el gildismo).
Pero no hubo anuncio alguno en el OPNGT, y muchos de los que escuchaban atentamente el discurso del eterno residente del quinto piso, se quedaron sin poder contar con unos pesos más para que el mes les dure más que 15 días.
La arenga va en el mismo sentido al que manda a todos sus funcionarios millonarios. "No voten a la derecha porque se van a quedar sin derechos" repiten hasta el desaliento, como si la situación actual fuera la de un país maravilloso y Formosa no fuera la provincia más pobre de la Argentina.
Insfrán dijo en su monólogo que no hay que echarle la culpa a los pendejos ni a los viejos,por el voto enojo a Milei, pero el 30% de la ola violeta se transforma rápidamente en un 40% y no hay formas, no al menos fuera de la provincia, de revertir la tendencia. Cuando más hablan del libertario, más crece.
El miedo a dejar de ser una provincia pordiosera
Una de los temas preferidos, inclusive por los candidatos de la oposición fue el de la quita de la coparticipación. Cuestión que por supuesto no podría pasar de no mediar cambios en la legislación que empiezan por una modificación de la Constitución Nacional, con mayoría especiales que por supuesto Milei, no tendrá. De la misma manera las reformas que plantea en la educación pero si podrá hacer los ajustes que involucren a todos los gabinetes del Poder Ejecutivo como reducir los ministerios.
El candidato de la ola violeta tendrá cuestiones muchos más urgentes que la cantidad de reformas que se asemejan más a una opinión que a políticas aplicables a resolver.
Pero el poner sobre la mesa discusión de temas que parecían intocables como la coparticipación, genera simpatía de aquellos formoseños que dicen, "Nosotros ya hemos perdido todo ¿No es hora que los políticos pierdan todo?".
Millonarios, pero pobres.!!
Hoy el eterno residente del quinto piso, hace lo que quiere con los más de 400 mil millones que llegan a la provincia para este año, porque sencillamente desde el poder que debería controlarlo, el legislativo, le han cedido todas las facultades de control para que se controle el solo. Es decir, que haga lo que quiera. La oposición, también ha colaborado con su minoría apacible, para generar estrategias en este sentido.
La gente dijo basta, como ha ocurrido en otros países, con Donald Trump, con Jair Bolsonaro. Líderes con ideas radicales que prometían terminar con los privilegios, en lugares donde los ciudadanos están hartos de los privilegios.
El hartazgo.
En general, los formoseños que votaron la lista violeta, no sabe realmente que hará el libertario pero ya conoce que hicieron los que hace más de 30 años representan a la provincia para llegar a este punto de agonía económica del país.
Todos han defraudado al electorado, lo han estafado y peor aún, lo han deshecho. Por lo que aquellos que no vengan con "experiencia" de la vieja escuela, siempre jugarán con ventaja. Eso han dictaminado las urnas.
Vendrán seguramente años muy difíciles pero algo es seguro. El que gane las elecciones y gobierne, deberá aplicar las recetas liberales.
Achicar el estado, ajustar a la clase política o estará destinado a terminar en un fracaso.
Los formoseños merecen tener una vida mejor y la empezarán a ver, si primero aquellos que viven de lo público con privilegios reciben los mismos golpes que los asalariados o los comerciantes.
En la provincia la justicia social es un eslogan sin contraparte en la gente y la igualdad solo se cumple en la pobreza. Por lo que las palabras no alcanzan, la ideología ha fracasado y la política muta hacia lo desconocido porque lo conocido ya atiborra.