La democracia y sus compromisos
La "República del Norte", seguirá sin haber sido anexada al imperio de la Carta Magna y por ahora el barbado lagunense le presta la provincia de Formosa, al resto de la República Argentina. Una isla monárquica dentro de una verdadera república bananera.

Los formoseños van a las urnas nuevamente, muchos cargados de ilusiones, otros cargados de proyectos, otros eternizados en el poder y los negocios. La mayor parte sumida en la pobreza y hasta en la más dolorosa indigencia.
Se repetirán como hace más de un cuarto de siglo en los municipios alejados del progreso y del respeto por las libertades, los acarreos, los encierros, la negociación de los DNI por comida o dinero. El aparato solo acentuará un proceso continuo de sometimiento de los más pobres, solo valiosos a la hora de depositar el voto en las urnas.
El sistema electoral arcaico, lleno de agujeros para el fraude, volverá a mostrar un sistema informático con tecnología IA en el mostrador, pero con las mismas prácticas del siglo XIX hacia el interior profundo.
Un ejército de vehículos, colectivos, camiones, traerán y llevarán de manera organizada a cada uno de los seres humanos, ajenos a la apropiación de la democracia, reducidos a la dádiva, al clientelismo o el sistema más barato, el apriete.
Otros pensarán en sus empleos, en sus sueldos bajos, en que en la provincia no hay otro trabajo que no sea el empleo público. No importa que solo alcance para 15 días del mes o ni siquiera para cubrir la canasta básica total, pero está allí todos los meses. La humanidad de muchos comprovincianos solo está reducida a un cajero automático, el resto de las libertades parecen haber desaparecido.
Nadie sabe cuándo fue que todos perdieron el espíritu innato en cada una de las personas para emprender en la vida y se resignaron a aceptar tan solo lo que le den, entregando los más preciado como contraparte, la libertad de pensamiento que motoriza todo lo demás.
La deuda de la democracia
Este domingo debería ser un día de mucha alegría, porque venimos de la dictadura, porque sufrimos a compatriotas desaparecidos, torturados o muertos, porque la democracia nos salió muy caro, tanto o más que otros países del resto de Latinoamérica.
Deberíamos haber crecido en la ciudadanía, en el respeto por las leyes, por las minorías, por las libertades, sin embargo crecimos en los fundamentalismos, en las divisiones, en los totalitarismos y en el feudalismo.
Al ir nuevamente a las urnas los balances son irremediables, porque en el cuarto oscuro los rostros en los cientos de boletas nos prometen algo, aquellos que están desde siempre, nunca han cumplido y aquellos que llegan han fracasado en intentar cumplirlo.
La clase política ha defraudado al ciudadano, en cuantas promesas hayan puesto en juego y la voluntad popular a través del compromiso por el voto, dura solo hasta que el candidato asume el cargo, luego se vuelve, sin solución de continuidad, en una ficción.
Abandonados a su suerte
Pero en cada oportunidad, testarudo como pocos, hay una enorme cantidad de personas que elige creer, aunque el sistema sea tramposo, aunque la cancha esté inclinada, aunque los árbitros estén comprados, aunque todas las condiciones sean negativas.
Aunque la mayoría convalide la violación de la Constitución Nacional con él voto o la trampa, hay cada vez más personas en una provincia desprendida de la República Argentina que va a seguir insistiendo en que el estado de derecho debe darse para todos los ciudadanos argentinos, con los formoseños adentro, no afuera.
Aunque quienes habitamos la provincia hayamos sido abandonados por la Corte Suprema de Justicia y todos los exegetas de las leyes con oficinas de aire acondicionado, hay "cabezas duras" que no se resignan a "estado de derecho para algunas provincias si y para otras no".
Porque claro, se debe respetar la Constitución Nacional en Tucumán, en San Juan o en todo el país y así se han manifestado, pero hicieron la "vista gorda" con Formosa, hicieron silencio con una transgresión de la Constitución Nacional multiplicada por diez en Formosa.
¿Falta de tiempo?
Los cortesanos no tuvieron tiempo de tratar el asunto Formosa, si fueron expeditos con las demás ¿Tardaron uno o dos meses en resolver la inconstitucionalidad de tres reelecciones y no tuvieron tiempo de resolver la inconstitucionalidad de ocho reelecciones?
Políticamente quizás hubiera sido complicado para cuatro personas, avanzar en profundizar una guerra política entre la Corte y Cristina Kirchner en este momento electoral y suspenderle las elecciones al feudal más acabado de una democracia enferma. Así que sencillamente se lavaron las manos.
Si los formoseños soportaron 30 años sin Constitución Nacional, tranquilamente pueden vivir sin ser parte de la República otros cuatro años más ¿Cuántas muertes o violaciones de los DDHH más pueden ocurrir? Nada urgente.
La "República del Norte", seguirá sin haber sido anexada al imperio de la Carta Magna y por ahora el barbado lagunense le presta la provincia de Formosa, al resto de la República Argentina. Una isla monárquica dentro de una verdadera república bananera.
Remediarlo con el voto
Pero habrá gente que insista en proyectar sus ideas a través del voto, como habrá mucha otra que pretenda que nada cambie como hace más de medio siglo. Por ahora el único método que existe, es el tramposo, con Ley de Lemas incluida y quien dispone de millones de los recursos públicos entra a la cancha con tres goles de ventaja.
Este domingo se eligen quienes regirán los destinos de la provincia los próximos cuatro años y lo harán los ciudadanos por lo que más allá de las trampas no está en discusión que el resultado será indiscutible. De la misma manera delimitará el mapa político de los próximos años y sin lugar a duda proyectará un esbozo para las elecciones legislativas nacionales.
Probablemente no se modifiquen las estructuras que mantienen el feudo, pero habrá que prestar atención con lo que suceda en la ciudad de Formosa y en la Legislatura Provincial porque los cambios que se llevan la atención de todos los analistas ocurrirían en esos ámbitos.
Con dos candidatos de la oposición que provocarán la polarización de los votos, sin estar a la altura del electorado, todo el esfuerzo resultará poco, tomando en cuenta que aún si hubieran ido juntos la contienda hubiera sido muy difícil.
Puede cambiar
Otra batalla dentro de la cruzada, se dará en la nueva configuración o no de la minoría opositora que, por primera vez, va con listas propias, dos dentro de un mismo espacio y una tercera por fuera, hecho social que puede marcar los candidatos a legisladores nacionales.
Este domingo se vota y el compromiso ciudadano tiene razones tan diversas como intereses al depositar un candidato en la urna. Es un momento de fiesta para la democracia, tomando en cuenta de dónde venimos, pero ya han pasado más de 40 años y la calidad institucional se ha deteriorado agigantadamente.
La fiesta se transforma más en una ceremonia que cada vez atrae menos pero dependerá de los próximos años y los nuevos gobiernos, que el compromiso del ciudadano se transforme en partícipe de la democracia o se siga alejando ante el fracaso de la clase política que solo se ha enriquecido, disolviendo el país.