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Brindó una charla en el Salón Auditorio del diario El Comercial

Fiscal Basso: "El Gobierno tiene el poder más importante, que es el dinero, con él compra voluntades y acalla la libertad de expresión"

El fiscal federal de Morón y quien tomó la posta de la investigación por los atentados de la AMIA, que tenía su cargo el extinto Alberto Nisman, Sebastián Basso, habló sobre la ponencia que brindó en el salón del diario El Comercial, acerca de la construcción del poder. "El poder más importante es el dinero, con el que se compran voluntades y se acalla la libertad de expresión", señaló.

Fiscal federal de Morón y de la causa AMIA, Sebastián Basso.

Luego de brindar una charla sobre la construcción del poder, llevada a cabo en el Salón Auditorio del diario El Comercial, el fiscal federal de Morón y actual titular de la investigación de los atentados a la AMIA, Sebastián Basso, dialogó con Radio Uno y vertió algunos conceptos clave sobre su ponencia.

Consultado sobre quién ejercer el poder, indicó que "naturalmente se atribuía a los dioses, luego ese poder se trasladó al hombre, de ahí viene que los gobiernos que ejercen el poder luego terminan con dirigentes que se confunden y se creen dioses".

Ya hablando sobre el rol de los dirigentes y del papel que cumple el pueblo, sobre el que recae también ese poder, explicó que "el dirigente muchas veces cree que solo basta con la voluntad del pueblo para legitimarse, pero hay límites, y eso son las constituciones y las leyes".

Esto viene a cuento de la explicación forzada que está dando por estos días el gildismo, al decir que "hay alternancia y que el pueblo es el que decide cada cuatro años esa alternancia"; el pueblo puede querer muchas cosas, pero si hay una norma que impide que un candidato se presente en innumerables oportunidades, y esa norma es nada más ni nada menos que la Carta Magna por la que se rigen las demás constituciones provinciales, no hay más nada que discutir. Ese es el límite que se le pone al poder real.

No obstante aclaró, "es importante señalar que el poder más importante, que es el dinero, lo tiene el Gobierno, y con el dinero se compran voluntades y se acalla la libertad de expresión".

Muchas veces, el pueblo, el hombre, por temor a perder el dinero, ese poder, sigue mansamente agazapado, pero hay otras veces, y sin dudas, lo que pasó en el 2020 es una clara señal, porque desde entonces, el mundo cambió, explicó el letrado; "y aquellas estructuras sólidas que parecían la panacea del mundo, como los sistemas democráticos incluso, se han puesto en duda. Y cuando esto pasa, es que surgen los cambios en los gobiernos".