La medida cautelar que puede perturbar al oficialismo

Después de la calma del feriado largo por el 25 de mayo, fecha explotada por el gildismo para quejarse por la intromisión de la Corte Suprema de Justicia que aún todavía no ha ocurrido en Formosa, la lluvia de impugnaciones amenaza con quebrar la espantosa tranquilidad con que se reeligen y reeligen indefinidamente los intendentes y presidentes de comisiones de fomento del interior provincial.
Más allá de la impunidad garantizada por sus jueces y magistrados en la justicia provincial, todos los pedidos por inconstitucionalidad que se presenten en el Tribunal Electoral Provincial, terminarán de manera irremediable en la Corte Suprema de Justicia.
El operativo clamor tiene a cuanto funcionario, intendente y candidato le presten el micrófono de la usina oficial del gobierno, reinterpretando la Constitución Nacional para el caso del gobernador y poniendo en valor la Constitución Provincial por sobre la Ley orgánica de los municipios que les impide la reelección indefinida.
Un mal hábito
Nunca durante más de un cuarto de siglo de muchos de ellos reeligiéndose, han consultado tantos abogados ni se han interiorizado de la Ley orgánica de los municipios o preocupado por interpretar la Constitución Provincial pero ahora, olfatean que el contexto no es el mismo que en otras oportunidades. Hay todo un país detrás en un clamor totalmente distinto al del interés particular de 32 intendentes o presidentes de comisiones de fomento de la provincia y el propio gobernador, Gildo Insfrán.
Hoy el país está pidiendo que se terminen los feudos de la Argentina, como Formosa, como Tucumán, como Catamarca, como San Juan, como Santa Cruz. Que se terminen los arbitrarios como Insfrán y todos los intendentes que siguen el mismo estereotipo de autócrata apropiado de la vida de los ciudadanos.
El peronismo inmovilizado por la caja
Solamente el kirchnerismo en absoluta decadencia y el añejado pejotismo, sostienen una defensa cerrada de la mayoría del voto, en sistemas fraudulentos como el de Formosa, donde el número de votantes del régimen es directamente proporcional a la cantidad de empleados públicos y la cifras millonarias de recursos públicos gastados en propaganda de los candidatos del gildismo.
La Ley de Lemas es otra trampa que como una fractura expuesta, mantiene hospitalizada a la democracia en la provincia por lo que si hoy la Corte Suprema de Justicia, pone la mirada sobre la efectiva vigencia de la Constitución Nacional en Formosa, lo hace sobre una calidad institucional en terapia intensiva.
Hoy no hay uno solo de todos los militantes del modelo que no sienta preocupación por el futuro de la capital del feudalismo en Argentina y no alcanza el relato ni la defensa del decadente Congreso Nacional del PJ, cooptado por las caras del adverso fiasco electoral que se les viene.
Casi un hecho
La suspensión de las elecciones será otro de los síntomas de que por fin alguien ha empezado a hacer algo para cambiar la grosera impunidad de una isla dentro de la Argentina, donde los ciudadanos están a merced de los delirios de un autócrata.
Era de anticiparse que tarde o temprano, sin el sostén de los nostálgicos de los 70 (en oficinas con acondicionadores de aire y sueldos altísimos) y el primer responsable (o segundo) el presidente, Alberto Fernández y la vice, Cristina Fernández de Kirchner, defenderse solo no le va a resultar al gobernador más antiguo de todos en reelecciones, algo fácil de llevar a cabo.
En todo el país, los peronistas que sostuvieron este régimen de fracaso, están preocupados por lo que ocurra en sus provincias, ya que la presidencia está perdida. Poco o nada podrán hacer los camaradas del CFI, o los gobernadores del Norte Grande, cuando Insfrán deje el poder y quede a merced de los mismos cuervos que hoy mantiene en la jaula VIP.
Los seguidores
De nada sirve que la burocracia gremial de la tercera edad, diga que va a salir a las calles por él porque nadie les cree. Hace tanto tiempo que han entregado la lucha por la comodidad del dinero oficial, que ya no saben cómo se encara una lucha que hace años se ha abandonado.
Uno de ellos, el titular de la CGT, también de la UOCRA, Hilario Martínez, que ha acomodado a cuanto pariente tenga en puestos del estado provincial, legislativos y lo que fuere, es uno de los que cómodamente sentado en un lujoso edificio, pagado con recursos de todos y hecho por la patronal, amenaza salir a la calle por un régimen que se hunde.
Nada se dice de la obra pública paralizada o "neutralizada" que todos los días provoca despidos en la construcción a manos de los empresarios testaferros o de la obra pública cartelizada. Tampoco habla de cómo se disparó la mano de obra en "negro" en la construcción y como la vista gorda permite que él viva cada vez mejor, comiendo asado con los empresarios gildistas y el obrero cada vez peor.
Ese tipo de gremialistas, tienen el mismo destino que el feudalismo, la extinción. Porque sencillamente la Argentina que se viene es la va a terminar con los negociados de los cuales viven hace años.
Ninguno de ellos defiende una Constitución Provincial o la autonomía de la provincia, defienden sus negociados y su ostentosa vida pagada con dinero que le falta a la gran mayoría de los formoseños.
Lo defensores del "modelo"
Hoy no está en juego la continuidad o no del mayor feudal que haya conocido la Argentina, está en juego, los negocios millonarios que se sostienen a través de una provincia en una gama que sería imposible de detallar entre lo legal y lo ilegal.
Cuantos años deberán pasar hasta que se pueda llegar a tener una real magnitud de lo que se han escamoteado de las arcas públicas. Es un fin de ciclo, es un acto reflejo, es sacar de la brújula el mismo destino que Venezuela.
El kirchnerismo se acaba y todo lo que tenga los mismos vicios debe ser revisado y posteriormente reparado.
Hoy no solo hay un 50% de los formoseños que quieren que Insfrán no siga y que deben soportar, elecciones tras elecciones, el fraude, el acarreo y la dadiva. Hoy hay un país que quiere que Insfrán se vaya y que entiende perfectamente porque gana las elecciones.
Por muchas razones y todas alejadas de una verdadera democracia. Sin lugar a dudas que es hora de revisar el fenómeno Insfrán y lo debe hacer todo un país.
Todos deben poner atención para develar porque en la provincia más pobre, con más desnutrición infantil, con empleados públicos debajo de la línea de la pobreza, municipales con sueldos de indigencia, todavía Insfrán gana las elecciones.