Bienaventurados los deudores
La tranquilidad de la Semana Santa, no pone en pausa a las cuestiones que afectan a todos los argentinos y entre ellos específicamente a los formoseños.

La mayor parte de ellos huyen de los portales para evitar leer como se agravan los indicadores de la economía que impactan directamente sobre el poder adquisitivo de sus salarios.
Aquel que cuenta los pesos para ver qué tamaño de Huevo de Pascua le alcanza, no espera que ninguno de los funcionarios del gobierno de Insfrán, salga a explicarle porque está tan mal todo y por supuesto tampoco referirse a que la situación empeorará.
Los defensores del modelo
Pero siempre hay uno que otro que por demostrar que es eficiente, aunque su intervención sea tan infructífera como el dispendio de recursos públicos que les cuesta a los contribuyentes mantenerlo.
El defensor del Pueblo, Leonardo Gialluca, se reunió en la semana con referentes del Banco Formosa, Banco Nación y las diferentes financieras que componen casi el total del mercado de la provincia de préstamos, con tasas que van de usurarias a muy usurarias.
Una gran mayoría de la sociedad, están endeudada hasta el gollete y el funcionario de Insfrán descubrió que por la actual inflación y pérdida de capacidad adquisitiva, "Existe una manifiesta imposibilidad para el consumidor de buena fe de hacer frente al conjunto de deudas exigibles que posee y al no existir hoy una norma que regule el estado de sobre endeudamiento o quiebra del mismo y que les brinde una solución a sus problemas económicos, son fundamentales estos recursos para evitarles mayores perjuicios económicos".
En realidad de lo que hablaba el defensor del gobierno, frente a los impávidos prestamistas, es de una morosidad incobrable, de asalariados, independientes e inclusive de planeros que por ir cubriendo su deuda de crédito en crédito, se quedaban sin un solo peso de ingreso y también con la deuda sin pagar.
Una práctica olvidada
En el 2011, el barbado lagunense suspendió los descuentos por haberes debidos a la misma razón de morosidad y endeudamiento de los empleados estatales con muchas mutuales que se reproducían como moscardones, con el único objetivo de otorgar préstamos.
En la mayoría de las "cajas de los prestamistas", estaban trabajando dinero de los altos funcionarios y de amigos del gobierno.
"Nuestro único interés es que nuestro empleado público recupere en plenitud su salario y este es el motivo que nos lleva a tomar esta determinación", insistió en esa oportunidad para invitar también a los municipios que adhierieran a la medida.
Lo que hizo fue una movida de ajedrez, el estado re negoció la deuda de los estatales con algunas mutuales o financieras, a otras las dejó fundirse hasta desaparecer y el empleado público recuperó su crédito. Claro ya no para negociar nuevos endeudamientos con mutuales desconocidas sino con el principal agente financiero de la provincia, el Banco Formosa S.A.
12 años después, la situación es peor respecto de la morosidad del empleado público sin embargo como los préstamos los han otorgado los socios del gobierno, no hay ningún anuncio del rescate tan esperado, solo Leonardo Gialluca, exponiendo a su patrón y los usureros con patente de "prestamistas" timando los bajos salarios.
Lo lamentable es que gran parte del dinero prestado, es de la tesorería general, y no rinden ningún ajuste o intereses.
¿Será un adelanto?
¿Será la torpeza de Gialluca involuntaria, como tantas? O el eterno residente está anticipando a través de sus correveidiles, que volverá a rescatar las deudas financieras de los empleados estatales, como una carta maestra ante las elecciones que se avecinan.
Como fuera, con todos los prejuicios amontonados en la puerta de entrada ¿Por qué habría que rescatar a quienes gastan más de lo que cobran?
La razón es tan simple como la pregunta: el sueldo promedio del empleado público pagado por el estado formoseño, desde que Insfrán es gobierno siempre ha estado por debajo de las necesidades básicas de una familia tipo, ni hablar de los municipales o planeros. Hablamos de cerca de 30 años.
La razón principal del porque el empleado público se endeuda hasta no poder pagar sus deudas, es que los salarios que paga el séptuple gobernador, son insuficientes y lo siguen siendo.
Es un mercado interminable, incluso para aquellos que recién se inician en el estado provincial, sus sueldos no serán suficientes y los usureros los esperan con los brazos abiertos para sacarles en pocos meses, todo lo que ganan.
Desde que el INDEC mide la Canasta Básica Total, el empleado público formoseño con salario promedio es pobre y lo mismo ocurre con la Canasta Básica Alimentaria que condena a la mayoría de los empleados municipales a la indigencia. Todo un logro del barbado lagunense desde siempre, el generar una clientela infinitamente elástica para las financieras.
Gialluca no solo expuso un flagelo que viene desde hace muchos años, sino que dejó en evidencia que la principal razón de la generación de un ejército de morosos, son los exiguos sueldos que paga su jefe, Gildo Insfrán.
La patria es el otro
También en la semana, el Ministerio de la Comunidad, demostró que ha llegado a tal punto la degradación de las instituciones, que se atribuye la potestad de desalojar a familias de los módulos del Lote 111.
Organizan con la policía de la provincia, amparados en la anarquía respecto de títulos, verdaderas redadas para sacar por la fuerza a civiles de las viviendas que están habitando, por una orden ilegal de la Ministra de la Comunidad, Gloria Giménez.
Por supuesto se llevan puestos preceptos de la Constitución Nacional, el derecho de la debida defensa y tantas otras vicisitudes que supuestamente debería conocer un juez provincial, quien curiosamente ni figura en toda esta "patota oficial".
Nada nuevo; entendiendo que la Ministra Giménez, tiene como mentor al Ministro de Seguridad, Justicia y Trabajo, Jorge González quien tiene a la policía realizando procedimientos ilegítimos, y si tiene tiempo, también se ocupa de la seguridad pública debido al crecimiento del delito en las calles de la ciudad.
El "Berni" especial
González no tuvo mejor idea que llevar a 400 policías recién recibidos, formarlos frente al recientemente inaugurado Centro Provincial de Hemoterapia y hacerlos donar sangre, incluyéndose él y un par de ministros más. Contradictoriamente la donación de sangre, si algo tiene de altruista, es el anonimato del acto.
El ex participante del "Gran Hermano del Consejo de Atención a la Emergencia COVID", involucra a la policía, en situaciones que compromete a futuro, las carreras de los uniformados.
En apariencia, nadie, absolutamente nadie lo puede contradecir. Esta prácticas, son copias originales del "kirchnerismo".
Seguirá vigente con las mismas caras, los mismos privilegios y el despojo permanente del ciudadano, desprendiéndose de derechos, garantías y hasta de su propia dignidad.