28-11-20

Motochorros
La policía no debe tomar con levedad la proliferación de los veleidosos motochorros. Algunos son archiconocidos y ya se los ve en parejas, buscando una débil y desprevenida presa. Se intensifica más su trabajo delincuencial por las proximidades de las fiestas. En toda parada de colectivos, en la soledad de la noche, los uniformados deben marcar presencia para evitar despojos y arrebatos de estos zaparrastrosos, que delinquen cómodamente arrebujados con sus barbijos y la exigua labor policial.
Jueces y fiscales
Si a un juez o fiscal la asesinan un hijo, de la tensión y el dolor, la perversión y la corrupción, disfrazadas de ambigüedades; se les esfumarían las ganas de contravenir los códigos judiciales, liberando peligrosos y reincidentes asesinos y resentidos sociales. Esta idea-fuerza (la no liberación de pervertidos delincuentes), es la expresión asertiva de una realidad subyacente, que al proyectarse sobre la conciencia de una sociedad, actúan como elementos movilizadores de reclamos; y sugieren propuestas destinadas a cumplimentar mandatos –por acefalía en la justicia- emergentes de necesidades colectivas, arrogadas.
Lenguaje corporal
Con independencia de las palabras, nuestro cuerpo tiene su propio lenguaje. No somos conscientes de los valores que transmitimos porque expresa la cultura a la pertenecemos. El hábito los ha enmudecido. Por ello, cuando le preguntamos a nuestro gobernante, porqué no engendra fuentes asequibles de trabajo, agachan la cabeza… se rasca la calvicie, desprendiendo un botón del saco. Las expresiones faciales, y los gestos de las manos, son formas no verbales de comunicar pensamientos… como la vieja canción, en una radio: Para cuándo joven, para cuándo…?
Accidentes de tránsito
No pocas veces se han oído y leído críticas y argumentaciones contra los accidentes de tránsito. Estos no intervienen solo en las cuestiones estrictamente técnicas, sino en las morales. Prima, en el conductor, el desamor y el egocentrismo; prevaleciendo el yo primero, después el otro… Los argumentos esgrimidos circulan por este andarivel; todo conductor, que actúa, es decir, que elige, prefiere o renuncia, lo hace por un malestar o insatisfacción personal, apuro o escasa autoestima. ¡Por ganar la luz verde, nos hacemos acreedores a la lotería fatal, hacia el plus ultra! Seguro es, que la velocidad, contagia.
Amor a los animales
Al amor a los animales, nosotros les damos un sentido absolutamente humano. Amamos, pero nos sentimos superiores, dueños hasta de su vida. Significa esto, que al amar a ese animal, nos estamos amando a nosotros mismos. Acostumbrémonos a pensar que los animales son seres, que antes o después, es decir, en la trayectoria de su evolución, habrán de llegar a los que nosotros somos ahora. Pensemos en ellos como hermanos menores, que la bondad divina, acerca a nosotros para que les ayudemos, mediante la vibración niveladora del amor, esencia en todo el universo.