La vanidad lastimada
Con el perjuicio de los varados explotándole en la Corte Suprema de Justicia, Insfrán apeló a su carisma para reagruparse y volver a apelar al discurso de defensa, sobre otra gesta heroica.

Conociendo a su electorado, el barbado lagunense más sabe por viejo que por sabio, sacó la añeja herramienta de apelar al cariño de la gente y pidió unidad, esta vez para enfrentar el difícil desafío de recibir a más de 8 mil personas en el lapso de quince días.
Con una habilidad reconocida para reinventarse, remontó los errores cometidos durante ocho meses y tocó la fibra de los formoseños solidarios para empezar de cero y dejar el pasado reciente. Cuando más rápido se olvide la gente de la crisis de los varados, mejor.
Como desde hace 25 años, la gente volvió a darle su apoyo, no por lo que significa en si sino porque todos quieren participar en repatriar a los comprovincianos. No importa cuántos errores cometan sus ministros, Insfrán no solo sale al paso con el carro empantanado, sigue sosteniendo a aquellos que lo llevaron al barro.
Superando el enojo que lo encegueció durante todos estos meses, finalmente la cordura hizo que Insfrán tomara la mejor decisión, hacer entrar a toda esa gente que espera desde hace meses para que después sorteada la cuarentena puedan volver a sus hogares a pocos días de las fiestas de fin de año.
La culpa de Alberto
Como sea, deberá resolver en quince días lo que pudo haber resuelto en ocho meses y para eso pondrá en tensión el sistema sanitario y sus recursos humanos. Justo en un momento en donde la queja son los bajos sueldos y la falta de insumos en los hospitales.
Los trabajadores de la salud todavía esperan el pago del bono de 5 mil pesos durante cuatro meses nunca llegó pero claro, el gobierno explica que eso es un problema de la ANSES, no del gobierno de la provincia.
Precisamente en Clorinda, los contagios vinieron del propio Hospital de ese municipio y los integrantes de la mesa del COVID evitaron mencionar otro de los logros que se le cae en la evolución natural de la pandemia es que hay personal de salud que ha dado positivo a coronavirus.
Pero esto lejos de ser una crítica, es sencillamente la manera en que evoluciona la pandemia, solo que se han dado procesos más lentos en la provincia por los bloqueos irracionales de los límites y que ahora tienen a la segunda ciudad como un gran centro de cuarentena por casos y cuyo origen no se puede determinar.
Un fallo unánime
Hoy el fallo de la Corte Suprema de Justicia ha silenciado las arengas para la tribuna de la mesa del COVID, de hecho no hay más ataques a la justicia federal .La seducción política con los integrantes de la Corte Suprema, no tuvo los efectos como aquella oportunidad, gozó, para el tratamiento del artículo 129, que le dio la primera reelección a Gildo Insfrán.
En esa oportunidad, la faena del ex presidente Saúl Menen, fue categórica. El expediente fue “cajoneado indefinidamente".
Ahora se empieza a plantear una segunda etapa de la lucha contra la pandemia, la del respeto y la de la convocatoria a todos.
Esto hace que la primera parte que tuvo como logro el mejor estatus sanitario, no salve a los responsables del bochorno del que ha sido parte el eterno residente del quinto piso por delegar decisiones en personas que no estaban a la altura de las circunstancias, primero para evaluar la emergencia humanitaria que causaron con los varados, segundo porque ninguno de ellos le dijo al veterano gobernador que se estaba equivocando en la complicación de las políticas sanitarias.
Después de la tormenta todavía siguen sosteniendo que la justicia, la oposición o los enemigos de la provincia querían derribar las barreras sanitarias, que la competencia de la provincia para decidir políticas públicas estaba siendo perjudicada, cuando en realidad lo que se planteaba era que el gobierno de la provincia estaba violando la libertad ambulatoria y los derechos humanos de los varados con un ingreso administrado oscuro.
La soberbia es mala consejera
Pero tuvo que llegar la Corte a intervenir para que rápidamente cambiaran el rumbo como si nada. En el medio quedaron los Ministros del Superior Tribunal de Justicia, la mayoría automática del gildismo en la Legislatura Provincial, los diputados de PJ en el Congreso solicitando juicio político de un juez federal y hasta el Defensor del Pueblo aportando nadie sabe qué cosa a una riña de gallos. Todavía queda por resolver el caso del joven muerto en el Bermejo. No es descabellado analizar que la organización de Derechos Humanos Internacional, pida a la corte que intervenga y involucre a la provincia por la inútil desgracia.
Finalmente Insfrán tuvo que bajar la cabeza ante la justicia federal y redefinir sus estrategias, esta vez sin violar la constitución nacional pero jamás ni él ni sus ministros hicieron autocrítica. Para ellos no hubo varados, no hubo errores, salvo cuando llegó la televisión nacional y escondieron a los damnificados para que no salieran en los canales nacionales.
No los sacaron de la ruta cuando cayó la tormenta que derribó árboles, provocó voladuras de techo y todo tipo de destrozos, los metieron a la provincia cuando llegó el equipo de un noticiero nacional.
Equipo perjudicado
Por todo lo ocurrió el gobernador salió de su burbuja sanitaria a reordenar las cosas ante la imposición del máximo tribunal federal pero se olvidó de cambiar las fichas con los burócratas directamente responsable de ejecutar sus decisiones.
Ahora y aún con la decisión de la corte, las medidas tomadas por la mesa del COVID siguen perjudicando a quienes pretenden ingresar y tienen autorizado el mismo por los Hábeas Corpus. Los plazos no les cierran para cumplir con los test obligatorios, el dinero necesario para pagar los hisopados no lo tienen y un montón de otras cosas que vuelven a darle discrecionalidad a la provincia para cometer abusos, como ha ocurrido en todos estos meses.
Los varados van a ingresar pero no se sabe con qué condiciones, de hecho hay notificaciones que llegan y que son imposibles de cumplir debido a los tiempos pero desde quienes administran los permisos no hay la más mínima flexibilidad.
La otra cuestión a monitorear es el trato que van a tener estas personas que van a ingresar a la provincia por esa mala costumbre que han tenido con varios de quienes entraron a hacer cuarentena por la vía judicial y que tuvieron que soportar maltratos por esta circunstancia.
Intendentes dóciles
“Tenemos nada más que 26 casos y un solo fallecido. No se puede considerar un fracaso lo que se ha hecho” manifiestan pero a razón de verdad jamás se ha puesto en cuestión el buen resultado de las políticas sanitarias, de lo que se habla es de un método que ha favorecido de manera poco clara a algunos y que ha perjudicado claramente a otros.
La Corte no solo ha cambiado la actitud del séptuple gobernador de la provincia sino que también ha provocado que Insfrán pida ayuda a los intendentes para salir del paso, ayuda que en otro momento fue rechazada por el propio gobierno.
Todavía está latente el ofrecimiento del intendente de El Colorado, Mario Brignole, cuando puso a disposición un lugar en su municipio y fue descalificado por el Ministro de Gobierno Jorge González o el propio Manuel Celauro, Intendente de Clorinda que fue descabezado de su poder civil y le cayeron las mil una plagas después de mostrarse rebelde respecto del poder de Insfrán.
Todo pasa
Como fuera el horizonte ante esta intervención de la Corte puso a Insfrán en foco y a su vez desdibujó al Ministro “bardeador”. No tiene más hándicap y como dicen los propios, “Al Ministro González le hacen memes pero al gobernador le hacen marchas”.
Insostenible como pocos, ha puesto en situación incómoda a todos los funcionarios que lo acompañan e inclusive dentro de la misma mesa, los planteos porque abandone el perfil agresivo, irrespetuoso, soberbio y violento, tuvieron algún resultado en la semana pero no pasó mucho que volvió a la impostura.
Han desperdiciado ocho meses valiosos, específicamente con la cuestión de los varados, los podrían haber resuelto desde hace mucho tiempo y ahora lo tendrán que hacer con los tiempos acotados y lo importante aunque no se hagan cargo es que tienen a todos los formoseños dispuestos a trabajar para repatriar coterráneos.
Lejos de las malas actitudes, otra vez y como en otras emergencias, los formoseños más allá de las disputas políticas, se ponen a disposición del gobierno, para enfrentar los problemas que acarree la pandemia.
Es tiempo de que el gobernador lea el recado y lo profundice, para a su vez tener a futuro una gestión de reconciliación entre formoseños, sin que esto signifique rendirle sumisión.