Alberto reflota la ley de renta inesperada para filtrarse en la agenda legislativa
El proyecto está cajoneado y no tendría los votos para aprobarse. Pero el presidente lo quiere tratar en diciembre y recuperar algo de protagonismo.

Alberto Fernández quiere abrir el Congreso en diciembre para que se trate la ley que grava la "renta inesperada", un proyecto que envió en junio y nunca fue debatido porque Sergio Massa vaticinó que no tenía consenso en la Cámara de Diputados.
Lo planteó en junio, durante un viaje a Los Ángeles para participar de la cumbre de Las Américas, en el mismo avión que viajaba el presidente y el entonces ministro de Economía Martín Guzmán. El proyecto nunca fue tratado, pero este jueves la vocera presidencial Gabriela Cerruti anunció que sigue siendo prioridad.
"El Gobierno cree que en la agenda del Congreso hay temas más prioritarios que las primarias. Por ejemplo, el proyecto de ley enviado en junio de renta inesperada. Para que quienes recibieron ganancias por situaciones trágicas como una pandemia y una guerra, hagan sus aportes", posteó, como respuesta al pedido del ministro Eduardo "Wado" De Pedro.
Si bien el presidente no participa de la agenda legislativa desde que Massa llegó a Economía, entre diciembre y febrero el recinto sólo abre si hay un pedido de sesiones extraordinarias del Podre Ejecutivo firmado por él. En febrero, por caso, Alberto pidió tratar 18 proyectos y ninguna cámara los debatió.
Massa tuvo mejor suerte: consiguió que el Congreso sancione 3 de las 4 leyes que pidió y Diputados aprobó el presupuesto con 180 votos, la mayor cantidad en una década. En estos días el ministro de Economía presentará un proyecto para promover las inversiones de hidrógeno a 30 años.
Pero para que se trate el mes que viene deberá tener el respaldo del presidente, que por ahora sólo pide por la ley de renta inesperada, una idea de Guzmán tomada de los países centrales que gravaron aquellas ganancias obtenidas por episodios extraordinarios y generados por la pandemia o la invasión de Rusia a Ucrania, como el aumento de los precios de la energía.
El proyecto de Guzmán no es tan específico, sino que grava con una alícuota del 15% a las empresas "con ganancias de más de 1000 millones de pesos, que hayan crecido este año en términos reales (por encima de la inflación) más del 10%; o un 20% por encima de 2021".
"Inglaterra, España e Italia, gravaron a las empresas energéticas. Si se cobra una sobre tasa del 15% a las que ganan más de 1000 millones de pesos, como dice el proyecto del Gobierno, entrarán las medianas empresas industriales. No sólo las grandes", sostuvo este viernes en DTV Alejandro "Topo" Rodríguez, jefe del interbloque federal.
"Además, nosotros ya votamos un impuesto a la renta inesperada que rigió durante la pandemia. No se puede cobrar dos veces lo mismo", advirtió.
Juntos por el Cambio tampoco avaló la ley de renta inesperada cuando fue enviada. Sus referentes creen que Alberto intentó gravar a las exportadoras después de un fallido intento por subir retenciones, pero olvidó que el impuesto puede trasladarse a toda la cadena de valor.
En las pocas semanas que duró como ministra de Economía, Silvina Batakis reclamó la ley de renta inesperada y en el Congreso comenzaron a sondear a los 4 diputados de izquierda, quienes condicionaron su respaldo a que la recaudación se destine a asignaciones específicas.
Pero los aliados de provincias unidas, referenciados en los gobiernos de Río Negro y Misiones, criticaron la ley y construir una mayoría se hizo misión imposible. En el Frente de Todos tampoco están convencidos de retomar el debate: "La mayoría de los países que implementaron estos impuestos, lo desecharon", destacó ante LPO un referente del oficialismo. Alberto quiere que vuelva a intentarlo.
(La Política On - LinE)