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APLICACIÓN DE LA CLÁUSULA GATILLO

Las mejoras salariales docentes del Chaco vienen ganándole a la inflación

Un maestro de grado que no cobra antigüedad tuvo en 2001 mejoras que totalizaron un 90% de aumento, cuarenta puntos porcentuales por encima de la inflación de ese período. En lo que va de 2022 la suba supera el 60%.

Un maestro de grado sin años de antigüedad, que tenía un sueldo de bolsillo de $23.700 en febrero 2021, cobrará 75.300 en agosto próximo. Esa variación tan marcada se debe a la política salarial implementada por el gobierno provincial para el sistema educativo y a la aplicación de una herramienta que se volvió clave para los gremios: la cláusula gatillo.

Como se sabe, ese instrumento se convirtió en una bandera fundamental para los sindicatos en cada negociación con sus patronales, tanto en el sector público como en el privado. La cláusula prevé que se compensen las brechas negativas que puedan surgir entre los aumentos acordados en las paritarias y los índices inflacionarios.

Es que las negociaciones por los sueldos de cada sector se realizan siempre calculando un cierto nivel inflacionario en el futuro inmediato, pero en los últimos años viene sucediendo que las proyecciones de la variación del costo de vida se quedan cortas, y que la inflación real acaba siendo mayor a la considerada al momento de definir las pautas salariales.

En el caso del sector docente,  los gremios reclaman la vigencia y aplicación de la clásula como condición sine qua non para cerrar los acuerdos de cada comienzo de año. El gobierno viene accediendo a esa metodología, que les permitió a los docentes cobrar reajustes por índices inflacionarios superiores a los proyectados.

LOS NUMEROS
La cláusula gatillo y la política salarial gubernamental para el sistema educativo se combinaron para que los maestros vengan ganándole a la inflación, algo que pocos trabajadores en el país pueden decir.

En el caso de los docentes chaqueños, en 2021 el gobierno provincial implementó un concepto de "Recomposi­ción Docente", de 800 pun­tos, que en la actualidad es de $10.900 para cada maes­tro.

Para un docente de grado sin antigüedad, durante 2021 el aumento sala­rial nominal fue nada menos que del 90,5%, muy por encima del 50% de inflación que tuvo el NEA en el mismo 
año. Su salario de bolsillo pasó de $23.700 a $45.100 -siempre hablando del año pasado- con la última cláu­sula gatillo.

En cuanto a 2022, en marzo se otorgó un 15%, con una inflación de 16,4% en el pri­mer trimestre. La brecha se compensó con una mejora del 1,4% en abril. "Defendi­mos el salario frente a la inflación con la cláusula gati­llo. Nuestro compromiso con las y los docentes es que su salario vuelva a ganarle a los pre­cios en 2022", dijo el minis­tro de Economía, Santiago Pérez Pons. 

A ello sumó que "el gobernador dispuso un aumento adi­cional al incremento de pre­cios, de 5%, y en septiembre fortaleceremos el concepto Recomposición con 200 puntos más, que equivalen a casi $3.000 por docente", marcó.

En mayo, el Poder Ejecuti­vo adelantó 10% del au­mento pactado para julio, por la aceleración de pre­cios. Llegado julio, la infla­ción del segundo trimestre para la región rondó 17% y el aumento necesario para cumplir con el acuerdo fir­mado con gremios era de 7% a partir de este mes.

Con el objetivo de fortalecer el poder adqui­sitivo docente, se otorgó un aumento de 12% que, sumado al de mayo, to­taliza un incremento de 22% en el segundo trimes­tre.

De esta manera, el au­mento acumulado en la pri­mera parte del año será de casi 42% para el valor del punto (5% de recompo­sición). Así, un maestro sin antigüedad habrá pasado de cobrar $45.100 de bolsillo en enero de 2022 a $63.800 en julio de este año.

Pero además, cuando se agregue una hora más de clases diaria a las escuelas primarias, un maestro de grado jornada simple pasará de cobrar $63.800 en julio a $75.300 en agosto. "Implica un aumento de 65,5% acu­mulado en el año, cerca del doble de la inflación del pe­
riodo, que fue de 36%". comentó Pérez Pons.

Para los docentes el problema en todo este contexto es que vienen de épocas de fuerte caída del valor real de sus salarios. Históricamente en la provincia los maestros tuvieron períodos de recuperación alternados con otros de retroceso. Por eso ahora los importantes índices de mejora salarial obtenidos son seguramente envidiados por otros sectores, pero todavía falta recorrido para que todos los sueldos del sector estén por encima del costo de la canasta familiar básica.

La mitad llena del vaso es que si se mantienen las tendencias de los dos últimos años, ese objetivo se alcanzará en algún momento. Mientras tanto, la capacidad de compra de los salarios de los maestros continúa mejorando en términos reales.

DIARIO NORTE