Funcionarios que no funcionan desde hace muchos años
En las últimas semanas, Insfrán firmó con los intendentes, un hermoso acuerdo de intenciones por alrededor de 35 mil millones de pesos en diversas obras por lo que nuevamente el mandatario apela a la obra pública y al negocio redondo de las empresas cartelizadas y prestanombres, para reposicionarse a casi tres años que gobierna, de mal en peor, el kirchnerismo y su encomendado, el presidente, Alberto Fernández.

El gobierno nacional, le estaba retaceando fondos a Formosa, hasta el desastre ocurrido en las elecciones el año pasado, donde evidentemente, los gobernadores y sobre todo el formoseño, eran quienes les daban los mejores resultados, casi sellados a fuego, en sus respetivas provincias con los resultados electorales.
Lo inconsistente de la situación es que hasta ahora, para todo fin y reiterativo en el concepto, siguen responsabilizando al gobierno de Mauricio Macri. Obras que debían haberse finalizado en el kirchnerismo, no llegaron a terminarse con el cambio de mando siguieron sin ejecutarse durante estos más de dos años de populismo.
Dos ejemplos icónicos son el Gasoducto del NEA, que al igual que la Autovía Ruta 11 van a cumplir las bodas de plata sin terminarse y que a la luz de las circunstancias, tampoco tienen un plazo cierto de finalización.
Pero todo esto y más en cifras que sobrepasan el billón de pesos en obras inconclusas, no tienen la menor importancia para él séptuple gobernados. Lo importante no es que las obras se terminen o sigan provocando una facturación hacia el infinito sino que el barbado lagunense, volvió a apropiarse de una imagen que le había sido despojada, "La obra pública en la provincia es mía, mía".
El día que se haga una investigación estimativa entre lo realmente ejecutado en la obra pública y los fondos que llegaron a la provincia, tranquilamente se podría administrar otra Formosa, con el dinero que nadie sabe adónde fue durante estos más de 25 años del mismo gobierno.
El colectivo imaginario, sabe quiénes, de manera proporcional en el mismo período, son los que se enriquecieron con lo público. "En Formosa nos conocemos todos" diría un desaparecido y mediático ministro que ahora persigue ciudadanos desde la oscuridad de su oficina.
Fue por eso que el eterno residente del quinto piso, se volvió uno de los primeros odiadores y fanáticos del "Ah pero Macri". Primero porque osaron controlarles las finanzas públicas, que a la saga era de fondos nacionales (la provincia vive del 94% de la Coparticipación) y segundo porque sacó su nombre de los carteles de obra pública.
"¡Gildo aumentá los sueldos!"
Cuando el gobernador paseaba tranquilamente, saludando desde su vehículo por la ciudad, un grupo de personas, que venían en la caja de una camioneta lo vieron y lo primero que hicieron fue saludarlo. "¡Es el tío!" dijeron, a lo que el mandatario respondió con señas de luces y bocinazos. Luego se escuchó "¡Gildo aumentá los sueldos!".
Sencillamente y por más convenios que el eterno residente del quinto piso firme, más para beneficio de los intendentes que los propios ciudadanos, lo que importa es lo que cada uno de ellos tiene para sobrevivir.
De que le sirve al que solo saca "pelotitas de algodón" de sus bolsillos, el anuncio grandilocuente de 35 mil millones en obras. Absolutamente de nada. Probablemente no sea él quien consiga trabajo, ni siquiera lo afecte algunas de las obras que se proyectaron y en última instancia si se trata de algún servicio prestado por empresas o por la intendencia, tarde o temprano se lo van a cobrar. Lo loco de este relato, es que todas, absolutamente todas las obras que Insfrán anunció son servicios fundamentales, como el agua potable, cuestión que no resolvió en un cuarto de siglo.
Pero volviendo al salario, con los números de las paritarias docentes, punta de flecha para que las provincias se sienten a negociar con los distintos gremios (salvo Formosa), Insfrán demora en anunciar de manera unilateral, un aproximado 45 %.
Esto es lo que se negoció a nivel nacional y eleva el salario mínimo de una maestra y maestro a $50.000 a partir del 1 de marzo y a $60.000 en septiembre.
Pero la canasta básica está cerca de los $80.000 pesos y es probable que en setiembre, a razón de un 3% mensual de inflación, sino es más, este cerca de los $100.000.
Pero antes de escuchar, tanto el anuncio de Insfrán, es importante recordar que si bien hoy un docente formoseño, tiene en promedio un sueldo de $40.000 pesos, el 40% del mismo es en negro y con cifras no remunerativas. Es decir que se pierden de manera instantánea al momento de jubilarse. Claro esto no lo dice ninguno de los gremios que se sientan a aplaudir como focas en la mesa oval del sexto piso, ninguno aclara que un docente que quiera jubilarse, solo le corresponderá un 82% (presente en todos los discursos oficiales) del 60%, es decir un poco más del 45% en mano. Genial.
Funcionarios inútiles
Con la emergencia por los incendios forestales en la provincia de Corrientes, citaron a una reunión, al ministro de ambiente de la Nación, Juan Cabandié.
El camporista no supo donde esconderse cuando le llovió todo tipo de críticas por la incapacidad y la desidia para enfrentar lo ocurrido en la provincia del Taraguy. Antes había ensayado una tesis sobre lo que podría ser o sería pero no donde estuvo todo este tiempo.
Ayudado por dos o tres funcionarios, becarios del CONICET, Cabandié pretendió apabullar con los argumentos de que todo lo que sucedía, sucedería igual, si el estado nacional pusiera plata, aviones, brigadistas, etc.
Adulado con una condescendencia de los senadores oficialistas, entre ellos, el senador por Corrientes, Camaú Espindola, al turno de los senadores de Juntos por el Cambio, fue la representante de Córdoba la que le pidió primero la renuncia, el de Mendoza, le entrego más de 20 notas que nunca contestó y fue el senador por Formosa, Luis Naidenoff el que literalmente lo pulverizó con una exposición impecable, que no hizo más que expresarle al funcionario de La Cámpora, lo que muchos ciudadanos pensaban de él y de la mayoría de los funcionarios del gobierno nacional.
A grandes rasgos, le dijo inútil, mentiroso, negligente y que "Mientras Corrientes se incendiaba el presidente estaba de joda jugando un picadito de fútbol" y como era previsible, al igual que los otros senadores, también le pidió la renuncia.
Pero en el kirchnerismo, solo renuncian aquellos que no le caen bien a Cristina Fernández de Kirchner, no los inútiles. Al igual que en el gobierno del magnánimo Insfrán, se van aquellos que pierden el estado de gracia, se quedan los inútiles, siempre que le sirvan a él.
Pero hablando del "Plan del manejo del fuego", eufemismo lejano de la realidad de todas las provincias, en Formosa se incendió en una quema de pastizales, la única autobomba de ese organismo que habían enviado para combatir los incendios forestales.
Existe, por lo menos para pasar por el cajero, un Subsecretario de Ambiente y Recursos Naturales pero también pintado al óleo y existe un Ministerio de la Producción que tuvo su capítulo, en la novela respecto de la ausencia del estado en el desastre de los productores.
Formosa determinó una pérdida en la emergencia agropecuaria de $50.000 millones por el incendio de 350 mil hectáreas, al mismo tiempo que la provincia de Corrientes que tuvo 800 mil hectáreas quemadas, determinó un daño de $26.000 millones. Con la mitad de las hectáreas quemadas, el gobierno de Insfrán, presupuestó el doble. Hoy se sigue determinado el daño pero lo que llamó poderosamente la atención fue que en Formosa, hay sobreprecios hasta para los incendios forestales por lo que sería interesante un pedido de informes.
"Los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles", dijo José Luis Borges y fue un diagnóstico de precisión. Pero hoy el daño producido por el clima, tiene siempre el componente de la desidia del estado, con asistencias que no llegan a tiempo y que cuando llegan no sirven para nada.