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Comentario Político Local

Aumenta el malhumor de la gente

Y un día volvieron a abrirse los locales gastronómicos, los que quedaron puesto que muchos no llegaron a soportar más de siete meses cerrados.

Clorinda sancionada: La silenciosa pero multitudinaria manifestación, puede repetirse. El acoso mediático de los varados, y sus consecuencias judiciales, también trastorna al lagunense.

Y un día volvieron a abrirse los locales gastronómicos, los que quedaron puesto que muchos no llegaron a soportar más de siete meses cerrados.

La falta de empatía por parte del gobierno de Insfrán hizo que las restricciones respecto del comercio continuaran indefinidamente pero lo peor fue la falta de estrategias para de alguna manera auxiliar a aquellos a quienes el estado no les permitía abrir.

Se endurecieron los controles de la Subsecretaría de Defensa al Consumidor, no solo con los supermercados sino también con los almacenes de barrio, exigiendo permisos que nunca fueron exigidos hasta la clausura por parte de un estado ajeno a la crisis económica que el mismo causaba por el aislamiento obligatorio.

En el peor momento de la economía en todo el país modificaron el Código Tributario de la provincia para castigar a contribuyentes morosos, aplicándoles una especie de prontuario tributario por sus incumplimientos, cuando muchos no tenían ni para pagar los alquileres.

 El estado como modelo

 Cientos de emprendedores formoseños habilitaron el libro de pases de comerciantes con iniciativa a receptores de créditos siempre insuficientes. Aparecieron nuevos grupos de ciudadanos totalmente dependientes de los subsidios del estado nacional.

Mientras el Ministro de Economía recitaba las bondades de los ATP, créditos a tasa cero, IFE y todos los beneficios otorgados por el populismo en pandemia, no anunciaba ni por casualidad, una medida que viniera del gobierno provincial, con el consumo de energía, con el consumo de agua (empresas cautivas del estado) o moratorias para contribuyentes de la Dirección General de  Rentas.

En ese derrotero y en sintonía con normas cada vez más asfixiantes para pymes, también modificaron el Código de Faltas, incluso dando atribuciones a un Juez de Faltas, para resolver sobre cuestiones penales, algo que en este momento está reputado como inconstitucional  en el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia. No solo llegaron los casos de coronavirus positivo a la provincia sino una lluvia de contravenciones y notificaciones por infracción al Artículo 205 del Código Penal por violar la cuarentena.

La ciudad de Formosa, aún sin contagios comunitarios, mantuvo y mantiene la restricción de circulación ante la siempre vigente amenaza de los potenciales casos que se puedan llegar a dar, sin tomar en cuenta que la misma gente que durante 7 meses estuvo encerrada es la que podría circular, exactamente dentro del mismo escenario.

No reclamar

Con dos localidades bloqueadas por esta realidad de contagios comunitarios, Belgrano y Clorinda, la segunda tomó una decisión por fuera de lo ordenado por el Consejo de Atención Integral a la Emergencia y decidió al igual que el municipio de la capital, la apertura de los gastronómicos.

Los clorindenses vienen organizando marchas pidiendo la flexibilización del bloqueo o su levantamiento con protocolos de seguridad sanitaria. Lo cierto es que las restricciones se tornan inviables sin definición de una fecha cierta y a cada plazo de 15 días desde la prórroga del bloqueo, algo sucede que vuelve a crear incertidumbre en la vida de la ciudad fronteriza.

El gobierno no atiende desde hace tiempo las llamadas del intendente, Manuel Celauro, más exactamente desde cuando se manifestó como discriminado de las decisiones del Consejo de la Emergencia respecto de su propia ciudad y ocasionó la rabia del lagunense que no soporta los reclamos.

Ahora decidió, el mismo día que el Consejo anunciaba como la gran cesión, la reapertura de los gastronómicos, permitir él también la vuelta de la misma actividad en la segunda ciudad.

Casos positivos

Pasó lo que tenía que pasar. 12 horas después, aparecieron dos casos positivos de la ciudad de Clorinda de COVID 19 y los clorindenses estallaron. La desconfianza sobre el monopolio de los hisopados como así también el resultado de los mismos, a cada una de las incidencias políticas por decisiones del municipio de Manuel Celauro, guarda una sugestiva correlación.

Se cumplían 15 días de nuevo, el intendente que permite la reapertura de los gastronómicos y el gobierno, en franca desobediencia del bloqueo y los últimos casos positivos cayeron como una bomba en el ánimo de la gente.

Ayer y con los trabajadores que esperaban por el buen tiempo tener ventas y para las cuales se habían surtido, recibieron la noticia no solo de los dos casos positivos sino de que quedaba suspendida la apertura de bares y restaurantes.

“¿Por qué no hay hisopados en laboratorios privados como en todo el país?’” se preguntan no solo quienes hoy sufren un bloqueo sin fecha de finalización sino todos formoseños.

Lo mismo sucedía con los casos de Dengue, cuando el gobierno ocultaba los números, los laboratorios echaban por tierra la versión oficial hasta que el Ministerio de Desarrollo Humano le prohibió a los laboratorios privados, apriete de por medio, brindar resultados de Dengue sin que estos estuvieran certificados por el organismo o el Hospital de Alta Complejidad.

Monopolio de la información

Pasó un tiempo de ocultamiento de datos sobre el Dengue hasta que finalmente los blanquearon, como quien limpia su propio prontuario, con las cifras en ese entonces del novel Consejo de Atención Integral a la Emergencia, COVID 19.

La gente y el propio gobierno cambio el enfoque de su interés hacia el COVID 19 por lo que el Dengue pasó a un segundo plano y el gobierno sinceró los datos de Dengue sin dar explicaciones de porque los ocultó antes.

Ahora el fenómeno se repite con los hisopados. La manipulación de datos se ha vuelto una sospecha muy grande respecto de positivos que aparecen en momentos claves de la cuarentena como lo han sido los dos casos del día de ayer en Clorinda y como también ha sucedido en la capital en otras oportunidades.

Los test de hisopados, monopolizados por el gobierno, empiezan a cargar un manto de desconfianza porque aparecen en momentos claves de la cuarentena. 

Cuando la gente da muestras de hartazgo, como para que no se relajen y en este caso cuando el segundo municipio más importante de la provincia se declara en abierta rebeldía.

No hay explicación porque el gobierno no ha flexibilizado las actividades con municipios del interior que no tienen casos positivos como Formosa, Clorinda o Belgrano pero los intendentes están sordos, ciegos y mudos. Solos los convocan para apoyar al modelo provincial.

La tormenta de los Hábeas Corpus

La justicia federal de Formosa, la Cámara Federal, Amnistía Internacional y hasta la Corte Suprema le han dicho al gobierno que el camino del ingreso administrado está violando los derechos humanos, si bien la Corte todavía no ha tomado una determinación, está en camino de hacerlo y será efectivamente a favor de la entrada de todas las personas que acudan a la justicia federal por las restricciones ilegales.

El séptuple gobernador se ha empeñado en mantener una mecánica que ha resultado solo para mantener el fundamentalismo en el discurso que sostiene que el éxito del modelo sin muertos por coronavirus está íntimamente ligado a que no ingresen los formoseños varados, mucho menos aquellos que osan recurrir a la justicia federal.

Encerrado en una burbuja, el gobernador de Formosa, manda a sus ministros y todo el aparato de propaganda a atacar al juez federal subrogante, Fernando Carbajal, los abogados sostenes de los Hábeas Corpus e inclusive a las personas que plantean estas estrategias en la justicia.

“Quieren romper nuestra barrera sanitaria” afirman y en realidad el desmedido y obcecado relato del Consejo cae en el grotesco porque quienes desean volver a la provincia, lo hacen con el convencimiento de la cuarentena de rigor y los hisopados que correspondan.

Pero lo sabían de antemano, ya cursando el tercer mes de cuarentena, la cantidad de solicitudes para ingresar a la provincia llegaban a 4000 y era obvio que si no generaban más centros de cuarentena se produciría un cuello de botella  como el que ocurre ahora, más de 7000 formoseños pugnando por entrar.

Para los amigos todos, para los demás, ni justicia

Lo peor está por venir (adaptación de la frase tribunera) porque en varios casos, quienes pidieron el ingreso administrado hace cinco meses tienen fechas de ingreso cerca del 20 de diciembre, es decir estimativamente de los 7000 formoseños, solo un 40% llegará a ingresar a la provincia antes de las fiestas.

¿Qué pasa si alguien solicitara hoy el permiso de ingreso? Seguramente no ingresaría en el año 2020 a la provincia de no mediar un levantamiento de las aduanas ilegales de la provincia impuestas por el gobierno o el gobierno nacional dejara sin efecto el decreto que avala a los gobernadores como Insfrán, a abusar y hacer absolutamente lo que se le ocurra con la libertad ambulatoria.

Si el eterno residente del quinto piso “lo desea” y se levanta de buen humor, tiene un sinfín de edificios y hospedajes solo en la ciudad de Formosa para resolver la crisis de los formoseños varados en poco más de 15 días.

A este problema grave se suma la oscuridad de un sistema que nadie sabe cómo funciona, peor aún, en las últimas horas trascendieron unos audios en donde queda expuesta, una dirigente juvenil del pejotismo, que les recomienda a los estudiantes universitarios fuera de la provincia, renunciar a los  Hábeas Corpus plurindividuales o no conseguirán entrar en por lo menos dos meses a pesar de la solicitud. Este pichón de dirigente, les asegura que si les niegan a sus abogados la representatividad para asistirlos, podrían entrar en dos días. Eso sí, tienen que borrar toda crítica hacia el eterno residente del quinto piso de sus redes sociales.

Jugar al olvido.

La extorsión está a la orden del día para mantener a rajatabla la orden del quinto piso, pero es evidente que la justicia federal y los organismos de derechos humanos tienen a sus políticas discriminatorias y violatorias de los derechos fundamentales en la mira.

Clorinda ya se ha sublevado, muchos comerciantes de la ciudad de Formosa y los jóvenes que ya tienen cita en una próxima marcha multitudinaria el 8 de noviembre, están más allá del miedo, de la amenaza, del apriete.

Insfrán está seguro y jugando fuerte porque no le gusta que le digan que hacer en su “feudo”. Hasta ahora fue así pero la modernidad llega para todos, inclusive para aquellos que hace tiempo perdieron los reflejos políticos para entender a su gente, arrogándose la representatividad del pueblo, con sórdidas decisiones que avasallan los derechos ciudadanos.

Clorinda ya ha dicho que se acordarán en su momento de ir a buscarlos por los votos, varios gastronómicos dijeron que no quieren políticos en sus locales y la gente de la ciudad tiene igual rechazo por los voceros de la crisis sanitaria.

No se puede seguir ignorando el malestar y las señales de cansancio de la gente, más allá de la miopía política del poder.