Romero Bruno y Gastón Meza, otro caso de "miente, miente que algo quedará"
El propio Facundo Manes y en televisión nacional le pidió a Gildo Insfrán que reincorpore a un muchacho a su puesto de trabajo, a quien "castigaron" porque su padre se tomó una foto con el candidato opositor en su visita a la provincia. Y el despedido –ayer reincorporado- dice tener el audio que lo incrimina al director del Hospital Central. La versión que dio Romero Bruno sobre el despido y la re-contratación del empleado, es muy endeble.

Desde el Gobierno salieron desesperados a aclarar una situación que consideraron "maliciosa" y "tendenciosa" por parte de algunos medios, que habían reflejado cómo un muchacho había perdido su puesto laboral a raíz de una foto que se tomó su padre con el candidato de la oposición, Facundo Manes. "Está con la contra" habría sido el justificativo para decirle a Gastón Meza que, por la foto que se sacó su madre, el médico Gustavo Meza, que lleva 23 años trabajando en el Hospital Central, quedaba cesanteado.
Lo que no tuvo en cuenta Mario Romero Bruno y quienes estuvieron detrás de la operación para "castigar" a Meza, es que los tiempos han cambiado y no se puede seguir haciendo la política como lo hacen ellos, hoy las redes sociales y el poder de convocatoria que tienen, es muy fuerte. La tecnología es una aliada de la gente, si la saben usar. Y eso fue lo que salvó a Meza, grabar a quien lo había llamado para decirle que lo echaban por una foto.
Tal es el poder de convocatoria que tienen los medios y el buen uso de la tecnología, que el propio Facundo Manes se enteró de lo sucedido –le enviaron el audio en el que, sería el propio Mario Romero Bruno quien llama a Meza para avisarle que quedaba cesante con el justificativo de la foto de su padre con el candidato opositor- y pidiendo unos minutos en un programa de televisión nacional, convocó al gobernador Gildo Insfrán a que ordene la reincorporación inmediata de Gastón Meza a su puesto laboral, "echado porque su padre, Gustavo Meza, se sacó una foto conmigo en mi visita a Formosa, esto no puede suceder en una república democrática", dijo Manes.
Ayer, y luego de una convocatoria de vecinos y la prensa frente al Hospital Central –que estaba vallado y con presencia de la policía-, la abogada de Gastón Meza, Marcela Canesin, comunicó que su cliente quedaba reincorporado, y que seguiría percibiendo su salario –en negro- de 16 mil pesos, que los percibe a través de su padre, quien también trabaja allí desde hace 23 años.
"Me dijeron que podría volver a retomar mis prácticas, cosa que no es así, porque yo no hago prácticas, estoy hace tres años trabajando en el área de Admisión de Pacientes", dijo Meza a los medios allí presentes.
Romero Bruno, el fanatismo enfermizo que quedó desnudo y una excusa poco creíble
La versión del Gobierno, y del propio director del Hospital Central no se hizo esperar, y luego de conocerse que Gastón Meza quedaba nuevamente reincorporado a su lugar de trabajo, el médico, que integra el Consejo de Atención Integral a la Emergencia, explicó el porqué se tomó la decisión de cesantearlo y luego, reincorporarlo.
El funcionario desmintió que la suspensión del joven se haya debido
a supuestas motivaciones políticas por la pública y conocida militancia de su padre Gustavo Meza en el partido radical y repudió " la artera utilización que se le dio a una situación que tuvo una causa absolutamente distinta a la masivamente publicitada en forma tendenciosa por una facción partidaria opositora al actual gobierno".
Explicó Romero Bruno que "lo cierto es que ante las reiteradas quejas de pacientes por la mala atención que brindaba el joven Meza en el sector de admisión de Guardia del Hospital, se decidió suspender la concurrencia de éste al nosocomio, lo que le fue comunicado por el Jefe del área".
Avanzó en señalar que "ante la enorme repercusión que se le dio a dicha contingencia con fines claramente electoralistas, y a fin de evitar malos entendidos por parte del público receptor de la tergiversada noticia, en el día de la fecha se dispuso convocar nuevamente al joven, para demostrar nítidamente que no hubo ningún propósito espurio en la determinación que se había adoptado".
Es decir, que los pacientes que se quejaban de una supuesta mala atención de Meza, deberán aguantarse esta situación porque el Hospital decidió evitar problemas mayores, y dejan a un empleado que, según ellos, es malo en lo que hace, pero no quieren problemas con la prensa.
Asimismo, desmintió categóricamente que sea "mi voz la que aparece en el audio viralizado en las redes sociales y afirmó que jamás mantuve con el joven Gastón Meza una conversación de ese tenor, tratándose la misma de una burda imitación tendiente a desprestigiarme maliciosamente y a la gestión de gobierno de la que orgullosamente formo parte" cerró.
Unas disculpas, reconocer que a veces quieren ser más papistas que el Papa, hubiera bastado, y no hacer todo este circo de voces imitadas y maniobras tendenciosas. ¡Echar a un empleado por mala prestación de servicios y recontratarlo porque presionó la prensa, miente, miente que algo quedará!