Clientes que fueron adjudicados en planes de ahorro no pueden retirar las unidades por falta de dinero
Para comprender el grado de complejidad que vive la economía nacional solo basta con mirar hacia las concesionarias y, ver cómo están teniendo que intimar a sus clientes a retirar las unidades que venían pagando mediante un plan de ahorro hasta ser adjudicados, o tienen que llamar a las terminales para devolverlas, con lo que ello implica.

Jorge Loza, gerente de ZL Autos (concesionaria oficial en Formosa de Fiat) y Niza Autos (concesionaria oficial de Citroen), contó cómo es la situación que están atravesando varias marcas en todo el país.
El contexto es el siguiente: una persona viene pagando un plan de ahorro (con cuotas mínimas de 15 mil pesos y ajustado a la situación inflacionaria), hasta que tiene la fortuna de salir adjudicado –es decir, paga un monto y puede retirar ya la unidad de la concesionaria- y es ahí donde comienza el problema.
Porque para retirar la unidad, primero se deben afrontar costos de patentamiento, flete, seguros; una suma que sería como abonar casi 3 o 5 cuotas del plan de ahorro que tiene. El cliente se ve impedido de afrontar esos costos y deja la unidad en la concesionaria.
“A nosotros nos dan las terminales un plazo perentorio para patentar e inscribir en el registro del automotor la unidad, para así enviar la prenda –que es el saldo adeudado de la unidad- a la terminal; y si no cumplimos con ese plazo, nos debitan el costo total de esa prenda, que suele ser por arriba del millón y medio de pesos, y es efectivo. O sea, es una gran pérdida para las concesionarias”, dijo Loza.
El accionar que toman entonces es intimar mediante carta documento a los clientes a que en un plazo no mayor a 45 días retiren la unidad de la concesionaria o si no, tendrán que regresarla a la terminal. “Y eso implica un doble gasto para nosotros”, contó el empresario.
“Comprar un auto en Argentina es como comprarse dos: uno para uso personal y el otro para el Estado”
Para graficar la situación respecto a los costos, Loza habló de otra realidad que viven las concesionarias con respecto a algunos modelos de autos. Por ejemplo, uno que está saliendo mucho y es el más económico, el Fiat Mobi, tiene un costo –con todos los impuestos incluidos- de 1.900.000 pesos, de ese monto la mitad son impuestos.
“Pero aunque una persona venga con todo el dinero junto, ahora no estamos en condiciones de vender porque las unidades que están se reservan exclusivamente para cumplir con los planes de ahorro, es decir, la venta convencional no se puede hacer”, comentó.
Y agregó: “Siempre se dice que comprarse un auto en Argentina es como comprarse dos: comprás uno para uso personal y el otro es para el Estado. El Estado es el socio mayoritario y con más beneficios que hay”, cerró.